Robert se encontraba limpiando los estantes llenos de libros y objetos delicados que almacenaban polvo.
Ya habían pasado varias horas desde que Robert se había despertado y aun no regresaba Susan.
A el le tranquilizaba tener algo en que mantenerse ocupado. Después de limpiar la sala de estar subió escaleras arriba con pasos apresurados, se dio cuenta que cerca de la habitación de Susan había un pasillo con tres ventanas pequeñas en ambas paredes, el pasillo se llenaba de luz solar gracias a ese diseño arquitectónico. Al final había una puerta de color blanco con rasguños casi invisibles, a Robert le dio curiosidad lo que ocultaba ese cuarto e intentó girar el pomo de la puerta para entrar, pero no logró abrirse.
En ese momento escuchó que la puerta principal de abría.
Seguramente es Susan. Pensó Robert que bajaba rápidamente los peldaños de las escaleras con una alegría infantil.
- Hola Rob, ¿lograste descansar? - Preguntó Susan con una voz cansada.
- Pues he descansado bastante, mira tengo que mostrarte algo - Robert fue a la sala de estar seguida de Susan.
- Vaya, es una muy lindo detalle, todo esta impecable - Ella miraba hipnotizada los retratos y lo objetos de porcelana relucientes.
- ¿Te gusta?
- Me encanta Rob - Dijo ella dándole un apretón en la mano - Por cierto, en todo este tiempo fui a conseguir los ingredientes para tu comida favorita, espagueti a la boloñesa, además que fui a cobrar un cheque del hospital.
- Pero Susan - Respondió el tomándola ligeramente de los brazos - Agradezco tu gesto, pero es demasiado.
- No estuve tanto tiempo fuera para que no lo disfrutes, ahora espera aquí y disfruta del aroma.
A Robert se le dibujó una gran sonrisa en el rostro y notó que se sonrojó un poco.
El humo del cigarrillo que fumaba Luke se propagaba por el aire y se quedaba un olor a rancio en el traje negro que portaba. Se imaginaba el rostro del supuesto asesino, una mirada fulminante y con facciones marcadas. Esta muerta esta persona, ¿cómo se supone que llegaron esas huellas a la carta?, nada tiene sentido. Luke pensaba lentamente como un adolescente que no logra entender una ecuación en la pizarra del aula. Dejó el cigarrillo en el cenicero, la noche se había apoderado de la ciudad rápidamente, en el dia se la había pasado resolviendo casos secundarios, casi insignificantes comparados con la gran preocupación que reinaba en sus pensamientos.
Se reclinó un poco en el sofa para evaluar la situación, se aflojó un poco la corbata carmín y soltó un bufido largo, resaltando su agotamiento, sabia que tenía que hacer algo para tener progresos y evitar otro posible homicidio. Se quitó la corbata y el saco, poniéndose una chaqueta azul informal.
Finalmente decidió visitar el hogar del médico Robert Fox personalmente.
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Una Muerte Planeada
Mystery / Thriller«Es hora de que pague por lo que me ha echo, su negligencia le costara caro». La vida del doctor Robert Fox dará un giro inesperado al ser testigo de diversos sucesos trágicos que lo persiguen a el y a sus seres más queridos. Todo toma un nuevo rumb...
