-¿Qué dijiste?
-Que te amo. No me di cuenta lo importante que eres mí y eres mucho más que un amigo. Te quiero mucho y quiero pasar mi vida contigo.
La Bestia se asombró con lo que escuchó, esas eran las palabras que tanto esperaba escuchar. En ese momento, una nube negra cayó sobre el castillo y de pronto unos colores mágicos y brillosos comenzaron a rodear el cuerpo de la Bestia y su enorme cuerpo comenzó a hacerse más pequeño, Bulma se alejó con los ojos abiertos como platos sin poder creer lo que veía. El rostro de la bestia comenzó a perder el pelo poco a poco, y su hocico fue desapareciendo, sus ojos perdieron el color rojo y este fue tomando la forma de un rostro de hombre. Bulma se acercó nuevamente cuando vio que la Bestia se había transformado en un hombre, este se levantó del suelo y se vio sorprendido, miraba sus manos, se quitó el guante blanco que usaba y descubrió que mano era de humano, tocó su rostro y ya no sintió su hocico largo, ni sus colmillos
-Esta no es verdad.
-¿Qué le sucedió a la Bestia?
El hombre la miró directamente a los ojos
-Bulma, ¿no me reconoces? Soy yo
-¿Quién eres?-Bulma estaba sorprendida y asustada
-Yo te reconocí en cuando te vi, después de 17 años te reconocí, no has cambiado nada
Bulma se asombró, 17 años, no entendía nada. Miró fijamente al hombre en que se había convertido la Bestia y ese rostro pasó por su mente, esos cabellos negros puntiagudos, la mirada seria, ese rostro infantil pasó por su mente, este hombre era exactamente igual que el de ese niño.
-¿¡Vegeta!?
Vegeta sonrió al escuchar eso, se levantó del suelo y le tendió la mano a Bulma, ella se la dio más confundida ahora que antes
-No puedo creer que estés aquí.
-¿En serio? Eres Vegeta
-¿No me crees?
-Te pareces pero no estoy segura
-¿Te convencerías si te digo algo que sólo tú y yo sabemos?
-mmm, si
-Una vez te dije que tú me das alegría cuando me dijiste que la vida como príncipe sayajin es aburrida, me sentí tan apenado que al día siguiente no fui a jugar contigo
Bulmal se sorprendió un poco con eso
-También recuerdo que me diste un beso en la mejilla y yo te lo devolví en los labios, después prometimos que nos volveríamos a ver
Bulma bajo la mirada, estaba sorprendida, todo coincidía, su parecido físico y sus recuerdos
-Y al final me visitaste cuando me iba de regreso a mi planeta
Bulma se dio cuenta que no podía ser coincidencia, era demasiado ya, lo miró nuevamente a los ojos
-Vegeta
-Hace 10 años una hechicera vino y me lanzó un hechizo que se rompería hasta que alguien que no fuera sayayjin me amara con mi monstruosa apariencia, me transformó en una Bestia y desde ese momento todos los sayajines desaparecimos para evitar.
-Pero si eso es cierto entonces...tu...
-Yo soy la Bestia y el príncipe sayajin
Bulma retrocedió nuevamente unos pasos
-Estas bromeando
-Claro que no. Tu amor destruyó el hechizo, correspondiste a mi amor y eso rompió la maldición de mi raza.
Bulma trató de entender todo, eran demasiadas cosas como para asimilarlas tan rápido, su amigo de la infancia fue convertido en una bestia hasta que alguien de otro planeta lo amara y él también a ella, como la Bestia la amó y ella correspondió se rompió el hechizo
-Entonces mi amigo de la infancia y la Bestia son el mismo ser
-Así es. Lamento no decirte nada, pero quería que me amarás por ser la Bestia, si te revelaba que era Vegeta probablemente amarías al príncipe sayajin y no a la Bestia
Bulma se acercó unos pasos a Vegeta sin quitarle los ojos de encima
-¿Sabes lo que significa?
-¿De qué hablas?-ahora era Vegeta el confundido
-Que te amé desde que éramos niños como aquel niño príncipe sayajin y después te amé como bestia sin saber que eras tú
-Y yo te amé desde pequeño y cuando volví a verte desperté nuevamente mi amor hacia ti
Ambos estaban sorprendidos, era un amor destinado desde la infancia, bajaron las miradas sin saber cómo reaccionar ante tal confesión pero luego sus miradas se cruzaron. Ahora entendían muchas cosas, se amaban y eso era lo importante, Vegeta puso su mano en la cara de Bulma dándole una caricia, ella colocó su mano en la él sintiendo el calor de la mano del sayajin y entonces se acercaron y se besaron. En cuanto sus labios se tocaron y ambos correspondían el beso un destello de luz salió y unos fuegos artificiales estallaron en todo el planeta, los animales extraños comenzaron a transformarse en sayajin y el planeta entero se transformó recuperando su belleza original. El hechizo estaba roto.
¿Qué tal? El próximo capítulo es el gran final.
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La Bella y la Bestia Sayajin
FanfictionSe conocen de niños, no se vuelven a ver desde entonces, pero el poder de la amistad y el amor los vuelve a unir, ahora ella debe romper el hechizo que lo mantiene cautivo. El cuento de la Bella y la Bestia no me pertenece igual que los personajes d...