Capítulo 8

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Hola a todos ¿cómo están? Espero que bien. Disfruten el nuevo episodio.

Bulma miró al animal con miedo pero se tragó ese orgullo y sus miedos para hablar con él

-Así que tú eres la Bestia que amenazó a mi padre?-preguntó con decisión y disimulando el miedo

-Así es, soy yo

-¿De dónde eres? Este planeta era habitado por los sayajin no por bestias como tú

-Como tú lo has dicho "habitaban" Ellos se fueron hace mucho debido a una peste que hubo en este planeta, sólo dejaron unas cuantas cosas

-Como sus ropas. Tienes la armadura de un sayajin

Bulma hablaba con desprecio al animal pero en su corazón aún sentía temor de morir

-Le pedí a tu padre que te enviara y lo hizo por lo tanto sube por las escaleras y en la habitación del fondo se encuentra tu recámara

-¿Qué? Dijo Bulma abriendo los ojos como platos

-Lo que oíste.-dijo la Bestia y se marchó subió corriendo sobre sus 4 patas las escaleras y se perdió de vista

Bulma miró al animal y se sintió extrañada con esa actitud, estaba segura que la mataría. Al no saber qué hacer no tuvo más alternativa que obedecer, subió las escaleras, vio el pasillo que su padre describió y se dirigió a la última habitación tal como le dijo la Bestia, entró y se asombró con lo que había allí dentro

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La Bestia se encontraba en su habitación en el último piso del castillo, estaba exaltado y no podía creer lo que acababa de pasar

-Esa mujer...esa mujer era Bulma. Estoy seguro

La Bestia se acercó a un enorme espejo de cuerpo completo y miró su reflejo

-Quiero verla

En el espejo apareció la imagen de Bulma revisando la habitación que la Bestia le dio, la imagen estaba enfocada sólo en su rostro y marcándolo más y permitiendo que se viera su cabello azul, sus ojos azules y su hermoso rostro

-Estoy seguro, no puedo equivocarme

La Bestia se alejó del espejo y se asomó por el balcón, no dejaba de pensar en eso

-No puede ser cierto. Bulma. ¿cómo pudo ser ella entre tantas mujeres de la Tierra?

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Bulma estaba anonadada, la habitación era bonita aunque no era tan hermosa como en un castillo lujoso, había una cama, un ropero, un balcón y un espejo de cuerpo entero, Bulma se asomó por el balcón y tuvo que admitir que la vista era hermosa, a pesar de las ruinas en que se encontraba el planeta se podían ver árboles y algunos animales extraños, pocos pero había animales, no eran como los de la Tierra. Por primera vez se sintió feliz y el miedo a morir desapareció pero no podía cantar victoria todavía, la Bestia podía matarla en cualquier momento

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-¿Me llamaste, Majestad?-preguntó el cerdito volador entrando en el cuarto de la Bestia

-¿Viste a la mujer?

-Sí, pero es raro, siento que la he visto antes

-Yo también siento eso-respondió la Bestia

-¿En serio? Entonces no estoy loco.-dijo el cerdito sonriendo abiertamente

-Es Bulma.-dijo la Bestia sin ver al cerdito

El cerdito se reía contento por el diálogo anterior hasta que se quedó callado sin poder hablar por el asombro

-¿Qué dijiste? ¿Qué ella es quién?-dijo el cerdito con la boca y los ojos abiertos

-Es Bulma-repitió la Bestia rendido

-Pero eso no es posible. No puede ser que después de tanto tiempo ella haya venido aquí

-Eso es lo que me tiene intrigado.

-Pues tal vez sea una ventaja

-¿Qué clase de ventaja puede tener eso?-gritó enfurecido la Bestia

-Piénsalo. Ella se enamora de ti, tú te enamoras de ella y se rompe el hechizo. Volveremos a nuestra forma real de sayajines

La Bestia se quedó pensativa, estaba con los brazos cruzados y no dejaba de refunfuñar

-Es inútil-comenzó a caminar de un lado a otro-Dudo mucho que ella me recuerde con mi forma real. Ni siquiera yo me acordaba de ella hasta hoy. ¿cómo puedo pensar en ella como la forma de romper este hechizo?

-Vegeta, no te angusties

-Te dije que no me llames así nunca más-gritó la Bestia y señaló al cerdito con sus garras amenazándolo con golpearlo con estas

-No, te lo prometo, no lo vuelvo a hacer, Majestad.-dijo el cerdito espantado-pero ¿piensas decirle a Bulma quién eres?

-Por supuesto que no-grito de nuevo-No soy tonto

-Pero ella ya te conoce, no será difícil que te ame

-No lo entiendes.-dijo la Bestia molestó-Ella debe de amar a la Bestia no al príncipe Sayajin

-Eso es cierto

-Asegúrate de decirle a todos que nadie se atreva a decirle a Bulma quienes somos, hagan creer que los sayajines se fueron a otro planeta como le dije a ella-ordenó la Bestia apuntando su garra al cerdito

-Está bien

El cerdito salió volando a toda prisa y la Bestia se quedó sólo. Se dirigió al espejo de cuerpo completo y vio su reflejo. Al principio era el reflejo de una bestia, de un mono de constitución grande y horrible y de pronto ese mono desapareció y en su lugar se vio el reflejo de un hombre guapo, vestido con ropa de sayajin, sus cabellos eran negros y puntiagudos. La forma real de la Bestia, el príncipe sayajin, Vegeta. El espejo mágico era lo único que le permitía ver su forma real de sayajin destruyendo esa figura de monstruo que le fue daba tiempo atrás hace 10 años. Aún recordaba cómo comenzó toda su desgracia 

¿Qué les pareció? El próximo capítulo son los recuerdos de Vegeta sobre su transformación en Bestia. No olviden votar.

La Bella y la Bestia SayajinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora