- ¿Y no te dijo nada?
- No.
- ¿Y no lo paraste?
- No, ¿para qué? Después de todo, el es más que yo.
- ¡No digas eso, Maddy! Él se lo pierde, como muchos otros chicos anteriores. No se dan cuenta del tesoro que dejaron escapar, una chica graciosa y hermosa como tú no se encuentra en cualquier parte.
- Alex, sólo mírame. Soy una nerd con gafas.
Alex suspiró y me dio el último bote de helado que quedaba.
- Temía que pasara esto. Zack es del tipo de chicos idiotas con músculos y sin cerebro que sólo se fija en chicas lindas, y ¡oh, qué sorpresa! También sin cerebros.
Reí levemente.
- Mira, Zack no se merece a una chica como tú. Eres demasiado para su persona. Además, no te vengas abajo. Hay más peces en el mar y eres de las que nunca se rinden.
- Supongo que tienes razón.- dije mirando el paisaje lluvioso por la ventana.
- Y la tengo.
Nos quedamos en silencio durante media hora.
- Alex, gracias por estar siempre ahí... Sé que a ti siempre te tendré a mi lado.
- De nada.- dijo.- Aunque, ¿sabes? Me sorprende, porque esta es la 2° vez que te veo llorar después de tu 1° rechazo. Supongo que esta vez sí que te dolió...
Alex me miraba tristemente mientras yo rompía a llorar de nuevo. Después, me abrazó fuertemente.
Maddison, 17 años.
N° de rechazos: 8