Fortuna

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Cuando Luke volvió a casa después del trabajo, lo primero que hizo fue ir a su escritorio remoto. En su ordenador había aparecido unas letras de color negro casi imperceptibles.

-¿Que, no estas contento por el resultado? no te han despedido así que ¿esta bien no?

En estos momentos Luke estaba dudando. ¿Lo que estaba haciendo estaba bien? Realmente si estaba bien, no le habían despedido y su jefe estaría de baja durante un tiempo... Si, había hecho bien en confiar en él.
Otro texto había aparecido en la pantalla.

-A partir de ahora te pediré un recado al día. Si lo completas, recibirás una recompensa. Como ya has completado la tarea de hoy, no te pediré más. Mañana vuelve y te pediré otro recado.

Y así fue. A la mañana siguiente el Genio le pidió otro recado. Y a la otra mañana. Y a la otra. Así durante casi un año. Había encargos de lo más peculiares. Uno de ellos fue coger un rasca y gana del suelo que se le había caído a un chico. Otro fue hacer el examen de admisión a una universidad prodigiosa sin haber estudiado. Y todo mágicamente salía bien. Había encontrado el amor de su vida, vivía en una mansión, eran muy felices... Una mañana como cualquier otra, el Genio dejó un mensaje para Luke

-Muy bien Luke, este que te voy a pedir es el último recado de todos. Pide comida china y asegúrate de no darle propina.

"Un encargo fácil" pensó Luke. Hizo lo que le pidió. El repartidor le resultaba extrañamente familiar. Luke no lo pensó mucho, cogió la comida y no dejó propina como dijo el genio. El repartidor se fue mosqueadisimo a su casa. De inmediato aparecieron unas letras en su ordenador, que Luke fue a mirar. Se oían ruidos extraños fuera

-Magnífico Luke. Has completado mi último recado y por tanto yo he hecho mi trabajo... Mira... Durante estos años no te he sido del todo sincero...

Se oyeron gritos a las afueras de la casa de Luke

-Verás... El repartidor al que le has negado la propina era un antiguo compañero tuyo de trabajo... El jefe estaba a punto de darle un ascenso cuando tuvo el accidente... Y al final el jefe murió, se cerró la empresa y ese hombre quedó desamparado, como sabes... Bueno... Unos años más tarde, ese hombre iba a comprar el boleto ganador del Rasca y Gana pero... Se le iba a caer por el camino y lo recogiera tu así que... Se quedó pobre...

Tocaron a la puerta muy fuertemente

-Más tarde, iba a intentar ingresar en una universidad prestigiosa pero... No fue capaz porque la última plaza estaba cogida... Por tanto tuvo que apañarselas trabajando como repartidor de comida china...

Casi la puerta se viene abajo.

-Y después de un duro día... No le habían dado propina en su último pedido... Y... Bueno... Realmente te he salvado de vivir una vida aburrida y monótona ¿no?

El chico tiró la puerta abajo. Tenía un cuchillo en la mano y estaba llorando.

-Adiós Luke, ha sido un placer conocerte.

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