Capitulo 3

44 9 0
                                    

Jorge no me dejaba sola ni un instante y cuando no compartíamos clases se aseguraba de que no estuviera sola, agradecía haber encontrado a un amigo como él.

Al sonar el timbre avisando que las clases habían terminado, decidí caminar hacia las canchas donde se encontraba Jorge para irnos juntos a casa, pero al llegar me di cuenta que eras compañero de equipo de mí amigo.

Me quede admirando como te desenvolvías y dirigías a los demás para que se concentraran en el entrenamiento, al parecer te habían seleccionado como capitán del equipo y portabas con orgullo aquel título.

Cuando el entrenador toco su silbato uno de tus amigos se acercó y susurro algo en tu oído, haciendo que tu mirada se dirija hacia las gradas, tu mirada se chocó con la mía y en tu rostro se extendió una de las sonrisas que me dejaba sin aire, me ruborice y tu sonrisa se hizo más grande haciendo que tus ojos se formen dos rendijas.

Entonces Jorge se acercó hacia mí, perdiendo el contacto visual que estábamos teniendo, sonreí a mi amigo, me pregunto si estaba bien a lo que respondí con un asentimiento de cabeza, el me regalo una sonrisa, se acercó hacia mi iodo y susurro que le esperara en el pasillo que daba a los vestidores, para que él se pueda cambiar y de ahí irnos.

Acepte y baje de las gradas en donde me había instalado hace unos minutos, Jorge me ayudo con mis cosas y cuando regrese mi vista hacia donde te encontrabas, me sorprendí al darme cuenta que seguías ahí, en la misma posición solo que esta vez ya no tenías tu sonrisa, tú mirada ya no era brillante, en ella se representaba el enojo, pero tu mirada no era dirigida hacia mí, sino hacia mi amigo. Vi como apretabas tus manos en puños y comenzaste a dar pequeños pasos hacia adelante sin despegar tu mirada de mi amigo, pero uno de tus amigos logró sostener tu brazo impidiendo que siguieras avanzando.

Regrese mi vista a Jorge donde se había dado cuenta, de lo que habías hecho y entonces este sonrió con malicia y me atrajo hacia él y puso un brazo alrededor de mis hombros arrastrándome hacia el pasillo, me encogí de hombros y lo seguí sin entender que había pasado.

En el pasillo se encontraban bancas, me senté y me dispuse a escuchar música hasta que mi amigo se cambiara para podernos ir, cerré mis ojos al escuchar una canción donde describía nuestra historia, aunque la verdad ya no sabía si de verdad podía llamarla de ese modo, me dispuse a seguir escuchando la canción y cantarla.

Apreté mis ojos más fuerte al escuchar el coro de la canción, abrí mis ojos viendo si no había nadie para poderla cantarla bien, cuando comprobé que no había nadie en los pasillos, volví a cerrar los ojos y repetí la canción para cantar como se debía.

Yo no quería quererte.
y no lo pude evitar.
creí poder defenderme.
pero a mi corazón
no lo puedes atar.
oh, oooooooh.

yo no sé mi amor
qué hago buscándote.
uuuh, si te gano
pierdo libertad, yeah.
yo no sé mi amor
qué hago besándote.
si yo no me quiero enamorar.
Guarda en silencio mis besos.
despídete sin voltear.
porque al besarte me pierdo.
pero a mi corazón,
quién le puede explicar,
yeah, yeah.
Yo no sé mi amor...

Cuando termina la canción, escuche que alguien comenzaba  aplaudir, gire mi cabeza lentamente con mis mejillas sonrojadas y abrí mis ojos al darme cuenta de que estabas a lado mío viéndome con el ceño fruncido.

(Esa es la canción es super bonita deberían escucharla)

SI NO TE HUBIESE AMADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora