Capítulo 4

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Era un fin de semana cómo cualquier otro, hacia algo de frío afuera y el cielo rugía mientras gotas de agua caían de este. De nuevo no había plato para mi en la mesa esa mañana. Ese día Daryl parecía ignorarme por completo, bueno lo hacía desde hacía ya más de una semana. Me sentía solo, aún sabiendo que Daryl estaba ahí, era como si no estuviera del todo.

Por más que le hablara era ignorado, no entendía que sucedía, no entendía que había hecho para ganarme esa indiferencia... Para ganarme su frialdad.

Me encontraba en el sofá de la sala viendo la televisión cuando escuche un celular sonar; vi a Daryl salir del pasillo principal.

Lo aprecie acercarse a la mesa y tomar su celular para responder a quien fuera que le estaba llamando.

- ¿Aló? - Le escuche saludar mientras sostenía su celular con su hombro derecho presionándolo hacia su oreja mientras buscaba algo.

Se acercó al sofá donde yo me encontraba sentado, le sonreí y estaba apunto de tomarlo de la muñeca cuando este encontró lo que buscaba. Sujetó el control remoto con su mano izquierda y apago el televisor.

- ¡Hey! - Exclamé.- ¡Yo estaba viendo eso! - Bufe a la par de cruzarme de brazos y recargar toda mi espalda de golpe al sofá en un gesto infantil.

Daryl me ignoro como ya era habitual en esos días y se fue a nuestra habitación seguramente, o bueno su habitación. Me quede un rato viendo el televisor apagado cuando por fin me digne a buscar el control remoto para encender la televisión. Por más que esculque entre los cojines y divisé toda la sala no logre encontrar el control remoto.

- ¿Dónde--- Suspiré al saber seguramente donde estaba. Me puse de pie y me encaminé hacia el pasillo principal, lo recorrí hasta el final llegando a la última puerta que era la habitación donde se suponía Daryl y yo dormíamos. Aunque ahora solo dormía Daryl ahí...

Tomé el picaporte pero antes de siquiera tratar de girarlo escuche a Daryl hablar por teléfono.

- ¡No, no entiendes! - Lo escuché levantar la voz.

- Dar---

- No lo entiendes.- Su voz sonaba quebrada, me quede callado y aún sabiendo que su conversación era privada me dispuse a escuchar o tratar de hacerlo.

Daryl recibía llamadas casi todos los días y duraba horas hablando con esa persona. He evitado pensar en ello, he evitado creer aquello que atormentaba mi cabeza por las noches hasta el amanecer, pero me era imposible. Me era imposible no pensar en eso, no ahora...

- ¡Estoy harto! - Gritó.- ¡Estoy harto de esto! - Su voz era dolida pero podía apreciar furia y frustración en esta.- Estoy harto de todo esto... No puedes entender lo que es verlo, tener que verlo...- ¿Ver a quién cariño?

Tome el picaporte con fuerza entre mis dedos sintiendo mi corazón latir lentamente. No sabía cómo sentirme, tal vez estaba mal, tal vez esas palabras no eran lo que pensaba... No estaban dirigidas a mi, ¿verdad cariño?

Sintiendo mi corazón latir lentamente y con cada palpitar era como si mi vida se acabara, con cada suspiro que Daryl soltaba dentro de la habitación era como si mi alentó se escapara. Daryl dijo cosas que no logre escuchar, pero en ese momento ya no sabía si quería escucharlo.

En ese momento no sabía si estaba comprendiendo lo que Daryl decía. No podía procesarlo todo, era cómo si estuviera en otro mundo, en uno donde: sus palabras se distorsionaban mientras recordaba cada momento que tuvimos juntos desde la primera vez en que le vi... Creando así mi propia película en mi cabeza donde Daryl era el estelar que tenía que decidir entre dos personas y yo no era su elección...

Frío | RickylDonde viven las historias. Descúbrelo ahora