Mire mis botas rojas y me volví a hamacar, amo ese vaivén, me hacia pensar en que no importa cuanto intente avanzar seguiré en el mismo punto. Sonreí con tristeza, mire al cielo, y allí observe unas nubes oscuras... se avecina una tormenta pensé.
Seguí columpiandome sin importarme el tiempo, lo único que se encontraba en mi mente era él...con solo recordarlo sentí un nudo en mi gargarta. Por que me dejaste yo... Y-yo... Senti que algo se rompía en mi, no era mi corazón, yo no era estúpida, el corazón no se rompe... Tal vez era mi alma, no lo sabia realmente, no me importaba... lo único que sabia era que ahora estaba saliendo de mis ojos agua salada... Otra vez estaba llorando. Nisiquiera merecía llorar por él, no era mi hijo, no era mi hermano, ni siquiera podría llamarlo amigo... Apenas lo conocía ... Y sentí gotas de agua caer, estaba lloviendo y yo seguía llorando, seguro me veía patética. Me sentía patética... Soy patética...
Algo en mi decía que debía terminar con todo esto... Él no tenía que morir...yo tendría que haberlo hecho, todo era mi culpa, yo no merezco seguir viva. Ni quiera tengo algo por que vivir. Pero acabar con mi vida sería egoísta, y su sacrificio en vano.
Por que lo hizo, solo me condeno a sufrir eternamente.
Mire al cielo, cerré mis ojos gracias susurré irónica.
