Sonreí mientras mis cachetes se calentaban, él me miraba expectante. -Me gustas mucho- Confesé. Sentí mi corazón acelerarce cuando él sonrió. Tal vez hoy termine siendo su novia. Sonreí por mi fantasía.
-Lo siento- Dijo mirandome fijamente. -Ni siquiera te veo como una amiga- Dijo cruel mente.
Estaba sorprendida. Sonreí, él siempre es hací. -Ya basta, no me parece gracioso- Y lo miré con fastidio.
Me miro sin interés -No bromeo-.
-Por que me haces esto- Le dije. Me tire de rodillas al suelo. -Te lo hiciste sola, por creer algo que yo nunca sentí- Me miró con desprecio.
Tenia razón, nunca me dijo nada para creer que algo más podía llegar a pasar... Si decia algo mas iba a romper a llorar.
-La verdad es que solo te utilicé, cada minuto a tu lado se me hace tedioso- Se retiró, parecía aburrido de mi.
Lloré como nunca. Soy muy estupida, como llegué a creer que alguien se interesaría en mi y no le parecería un asco...me utilizaron otra vez...soy tan mala.
En ese momento me dí cuenta que ya no sentía dolor, no estaba triste, ni mucho menos feliz. Me sentía vacía, incapaz de volver a amar.
Por eso me dejó, nadie quiere alguien vacía.
