"Love is not always romance. Love is passion, is lust."

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¿Me habría enamorado?
Era mi pregunta.
Era de esas chicas que nunca tuvo pareja estable. Quizá porque no era suficiente, a lo mejor por mi corta edad. Pero en mi había algo nuevo, algo que quería alimentar. No bastaba de ver 10 escenas de pornografía. No era suficiente. No quería ver dolor. Quería sentir dolor. Quería sentir el cuerpo de el sudar en exceso.
Mi chico era grandioso en todos los aspectos.
Una tarde, nos sentamos afuera, en el jardín, estábamos bebiendo café. Estábamos teniendo una charla, en ese momento estaba poco romántico, y yo le dije.
-Quiero hacer el amor contigo en el sentido más vulgar y pervertido de la expresión, meternos en la cama y arrancarte la ropa, llenarte de besos en la espalda, arrebatar tus labios, medir tu cuello y acercarme al área de tus caderas para alejarme unos centímetros y así por un rato.-
A el le gustaba pensar que su chica era más fría que un glaciar. Porque el sentía su piel ardiente entre sus brazos, y a ella no le daba miedo, ya que sabía que se estaba derritiendo en el lugar correcto, con la persona correcta. Ella era traviesa cuando estaban en público, pero tenía malicia, no lo hacía notar. Pero ah solas, era aún más.
Bueno, logré notar que el se había quedado sin palabras, pero yo sabía que el quería que continuara.
Hice una pausa... suspiré, e imaginé la nueva historia que escribiría al llegar a mi casa.
Le dije te quiero.
Pero no le dije para que lo quería.
Para el era obvio que lo quisiera, pero no de la manera que yo anhelaba. Te quiero a un extremo mío, encima o abajo, no importa.
Se metió en mi pensamiento, y nuestros cuerpos desnudos hacían contacto. Estábamos cubiertos de ropa, que exigían ser lanzados al suelo.
Pero nada de eso de era Real. Estaba en nuestras mentes.

Un Cuerpo En Pena. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora