Un Cuerpo En Pena.

A Soul That Flames

Sus manos eran lava ardiente, que te tocaban y hacían que tu piel se pusiera fría. Ponía rojo tu mundo gris. Sus pequeños pero mágicos dedos hacían que se me erizara la piel de tan sólo ver que ponía su mano en mi pierna. Su respiración cerca de mi oído mientras acariciaba mi cara me prendía, no sabía como, ni porqué, pero simplemente así me sentía. Quiero que te aproveches de mi. Aprovechate de que estoy enamorado. Puedes hacer de mi lo que quieras. Quiero besar tu cuello, quiero que tus manos gobiernen de mi. Quiero sentir  que me hagas daño físico. Quiero rasguñar tu espalda. Quiero que te desquites conmigo. También quiero que me hagas sentir la agresora. Quiero ser tu sumisa. Quiero liberar mi lujuria en ti. Quiero que sientas masoquismo. Que estés conmigo. Que te des cuenta que si te vas, nadie te hará sentir igual. Podrás acostarte en otras camas, podrás coger con cientos de chicas. Pero nadie te logrará hacer el amor, sin antes que el amor te haga a ti. Vas a sentir placer con cada una de mis palabras, que cuando comience a amarte sentirás que te asotan, o que asotas, duro, sin piedad. Que el fuego de mi cuerpo quemará el tuyo. Que mis labios por tu cuello serán como el infierno. Ardiente.
Que mis piernas al rodear tu cuello serán una jaula. Y tu serás el tigre. Buscando a su presa. Atacando con brutalidad.