Skin On Skin Is Perfect.

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Por fin estábamos juntos.
-Moría por que ya estuviéramos solos. Me susurró en el oído mientras acariciaba mi oreja y cabello.
Yo suspiré mientras alzaba mi cuello.
Nos comenzabamos a besar. Fueron muchos, y largos besos. Teníamos cerrados nuestros ojos. Mis brazos y manos rodeaban su nuca. Mientras el poco a poco bajaba sus manos.
Con leve intensidad me recargó en el sofá. Bajo con sus labios a besar mi cuello.
Había algo tan raro ahí. Las caricias y besos en el cuello jamás hacían efecto en mi, más que en ese momento.
Abrí un poco mis ojos. El placer que sentía no me permitía abrirlos del todo.
Subí un poco al brazo del sofá, para lograr una mejor posición. Pero el no se detuvo. Metió sus manos frías dentro de mi camisa, apretando mis pechos.
Volví a suspirar pero esta vez subía más mi cuerpo.
Quitó mi camisa.
Pasó sus manos a mi espalda acariciandola con la punta de sus dedos.
Después de un rato, desabrochó mi sostén.
Beso cada extremo de mi abdomen.
Subí su cabeza a mis labios. Pero durante el progreso el iba rozando sus labios por mi abdomen, pecho, y cuello. Mientras mordía sus labios, yo iba quitándole su camisa.
Desabroché su pantalón de una manera inexplicable.
Me dijo que esperara en lo que se los quitaba.
Me comenzó a besar otra vez. Volvió a repetir eso de besarme de arriba para abajo hasta llegar a mi cintura. Con sus dientes desabrochó mi pantalón. Puso sus manos en mi cadera, y poco a poco fue quitandome el pantalón que tanto no estaba estorbando.
Me hizo un oral. Hizo que pusiera mis piernas en sus hombros mientras el estaba en lo suyo. Comencé a inquietarme porque prácticamente estaba disfrutando de ello, pero sentía un cosquilleo con su lengua. Ya después no, utilizó sus dedos al poco del rato, y eso era más placentero porque indicaba más dolor. Al pasar unos 7 minutos de eso, comenzó a besar y morder mis piernas.
Después de un rato, seguíamos con la calentura. Cambiamos de posición. Yo ya no seguía acostada. Ni el encima de mi.
Esta vez con el impulso de mis labios hice que se sentara, era tanto el entretenimiento que se dejó llevar.
Pusé mis manos en sus hombros. Y me senté en el. Estábamos frente a frente.
El seguía con ropa interior.
Comencé a mover mi trasero mientras el mantenía sus manos puestas en el.
Bajé mis manos, y las metí dentro de su boxer. Me hice un poco para atrás. Le saqué su miembro. Lo masturbé. Estába mirándolo a los ojos.
-Anda, hazme lo que sabes hacer.
Me dijo el sin aire y excitado.
Me bajé de sus piernas. Tomé sus manos e hice que se parara del sofá.
Seguí mirando directo a sus ojos, casi sin parpadear, con mirada tierna.
Doblaba poco a poco mis rodillas, sin dejar de mirarle los ojos.
Me inqué.
Metí su miembro a mi boca empujando mi cabeza de atrás hacia enfrente.
No le quité la mirada de encima. Jaló mi cabello.
Me hice un poco para atras retirandolo de mi boca. 
Se la jaló tres veces.
Se vino en mi cara.

Un Cuerpo En Pena. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora