De otro color

Ella y Él

Ella:

A lo largo de mi corta vida, he vivido muchos sucesos, algunos buenos y otros pocos no tan buenos, al perder a mi madre en un accidente automovilístico, mi hermano mayor se ha tenido que hacer cargo de mí. Mi padre cayó en una muy fuerte depresión al perderla así que casi nunca lo vemos, somos solo él y yo.

Mi cabeza está llena de dudas, constantemente me hago un montón de preguntas, acerca de la vida, de las personas, de muchas cosas, divagando constantemente en libros, amo leer así que es mi mejor pasatiempo.

Estoy en tercer año de secundaria, ¿dicen que esta es la mejor época no? En la que amas, lloras, ríes, te diviertes y cosas por el estilo, bueno, para mí no. Soy muy estudiosa y casi siempre llevo un libro en mis manos, no puedo decir que tengo las mejores calificaciones del instituto, pero al menos no he fallado en ninguna, no tengo novio desde aproximadamente dos años, y eso no me deprime, sé que si no tengo es por alguna razón y no porque sea *fea*, realmente no me catalogo así.

Pero, él llego y me hizo... no lo sé... Tengo esas peleas con mi 'yo' interno, porque realmente me hace enojar y no lo soporto, pero hay algo de él que me hace quererlo como nunca. Como si ya lo conociera de tiempo atrás.

Él:

Nueva vida. Así es como defino mi nueva estadía en Live Oak. Mi vida comienza de nuevo en este pequeño condado. Todo desde cero. Desde que llegue aquí, creí que no encajaría ya que mi Brasil es un poco más frio, pero, eh encontrado buenos amigos en toda esta cosa del futbol de la preparatoria, entre ellos, Daniel Jensen es un gran amigo y un gran jugador, compartimos aula y equipo.

¿Cómo soy? Bueno, realmente batallo al hacer esto, nunca me he descrito, pero, soy algo, como decirlo, solitario. Soy guapo eso no lo niego, así que no hay chica que no me mire pero aun así, me siento vacío. No soy de los chicos que le ruegan a las chicas pero, ¡Diablos! Ella es... ... como explicarlo. Me evita, no me mira como las demás y no sabe quién soy. Con ella puedo ser yo mismo, sin mascaras ni cosas fingidas y ¡Dios! ¡Ama el futbol! ¿Qué más puedo pedir? Solo hay una cosa: Ella no me quiere ver ni en pintura.