Para el segundo sábado, en mi grupo favorito, ya teníamos montada la primera parte de una coreografía que presentaríamos en el festival cultural Quimera, sin embargo, cuando apenas comenzábamos la tercer clase y nos encontrábamos en el tiempo de calentamiento, tocaron la puerta de nuestro salón, mi maestro corrió a ver quién era y al momento de abrir la puerta todos pudimos ver la silueta delgada de una chica.
- Buen día profesor mi nombre es Gertrud, me acabo de incorporar a la escuela y me dijeron que aun podía entrar a este grupo de baile. -
En ese momento los ojos de toda la clase se pusieron en la nueva joven que haría nuestro grupo más grande con un número impar; mi profesor contestó:
- Querida en este grupo estamos completos, ¿segura que te indicaron el salón cuatro? -
Gertrud sacó una hoja de su mochila y le indicó a nuestro profesor una nota de inscripción en donde Gertrud le mostró el salón que le habían asignado, así que mi profesor aun extrañado por aquel suceso, le dijo a Gertrud que tomara un espacio en el salón y que lo siguiera en todo para que no se atrasara con el ejercicio, pues seguramente pronto terminaríamos la nueva coreografía.
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Chica número 11
Short StorySela, mi mejor amiga y yo, cursábamos la preparatoria, disfrutando nuestra juventud al máximo, sin que nada nos importara, hasta que de golpe, encontrar una antigua amiga nos hizo reflexionar sobre cómo la realidad a veces nos puede comer el alma y...