Memorias

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Sentía una fuerza, una extraña fuerza que le forzaba a entrar. La curiosidad.

Entró en silencio, vió varias cosas, pero la que más le llamó la atención fue que entre sus memorias el recordaba que los soldados habían derribado las puertas, pero la de su cuarto estaba cerrada, intacta...y con seguro.

Buscó por todos lados algo que le permitiera abrirla.

Encontro un cuchillo delgado, talvez le ayude.

Giró con cuidado el viejo seguro y la puerta empezó a abrirse lentamente...había alguien en un sillon.

De esa manera conoció a Erandi.

De esa manera conoció a Erandi

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Buscando la razónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora