Celos (Nathanette y Adrien)

V

De repente Tikki apareció al lado de Marinette diciendo
— Oh oh, creo que alguien se está enamorando. — dice la Kwami con una sonrisa
— A sí? ¿Quién? — dice algo distraída pero cuando se da cuenta de lo que habla dice — ¡¿Yo?! Debes estar viendo mal, no me gusta Nathaniel. Sólo es algo lindo, gentil, agradable, tiene una hermosa sonrisa, su mirada enamoraría a cualqui... Rayos. — a todo eso Tikki ríe — ahora que lo pienso no le veo el problema pero no sé Tikki, hace muy poco fui rechazada. —
Mientras Marinette y la kwami hablaban se escucha un ruido entonces Mari esconde a Tikki en su bolso. De entre los arbustos sale Chat Noir diciendo
— Hola my lady, pensé que ese ciudadano no se iría más de aquí. — se cruza de brazos con una leve sonrisa aliviada. Los celos se le notaban a miles de kilómetros pero Marinette es torpe hasta para notar eso.
— Gato tonto. — niega levemente con los brazos cruzados. — Nathaniel es mi amigo y hoy le celebré su cumpleaños como un regalo de mi parte. ¿Qué te trae por aquí gatito? — acaricia un poco su cabello haciendo que Chat ronronee un poco
— Sólo venía a visitarte para hablar un poco, como todas las noches. — recarga su espalda contra una de las paredes de la terraza y mira a la chica que estaba a su lado — ¿Qué tienes de nuevo para contar? (además de lo que ya sé que pasó aunque claro, no sabes que soy Adrien) —
— Nada nuevo Chat. ¿Tú? — el negó ante la pregunta.
— Tengo que irme muy lady, hasta cuando nos veamos. — se alejó de la chica y se fue.
~Al día siguiente~
Marinette y Alya estaban sentadas hablando animadamente mientras esperaban que la clase empiece. Nino y Adrien estaban sentados adelante, el rubio estaba algo distraído y deprimido porque su amada seguía ignorándolo  y la única forma de verla era siendo Chat Noir.
De repente entra Nathaniel con una sonrisa, a lo que todos se sorprenden porque él siempre entraba con cara seria y desanimado, se había despertado tan bien que sentía que nada podía salirle mal en el día.
— Hola Nath. — le saluda Marinette con una sonrisa
— Hola Mari. —le responde amablemente sin quitar la sonrisa de su rostro y se va a su lugar
Las horas de colegio pasaron, ése día no tenían literatura por lo que no tuvieron que hacer grupos en ninguna materia pero aún así Nathaniel y Marinette estuvieron sentados juntos hablando sobre ellos y la tarea. Ella aprovechó algunas horas para sentarse con él y Nath no mostraba ningún tipo de desacuerdo con eso.
~En la salida~
— Marinette! — se acerca el pelirrojo — t-te g-gustaría ir a... Tomar un helado? — dice él con timidez y aunque le costaba un poco por el nerviosismo que tenía la miraba a los ojos. — Si no quieres está bien... —

— Claro, porqué no. — dice ella con una sonrisa leve — Pasa por mí en la panadería a las 6. — besa la mejilla de Nath y se va a su casa, la cual le quedaba en frente del colegio
Nathaniel se sorprende por aquél beso y segundos después estaba con las mejillas rojas. Pone una de sus manos en el lugar donde los labios de Marinette estuvieron y sonríe atontado. Concentrado en eso que pasó comenzó a caminar en dirección a su casa, sin mirar quien iba adelante se chocó con un señor haciendo que éste cayera al piso, cuando se dio cuenta de lo que hizo se avergonzó y dice
— Discúlpeme señor, iba distraído y no lo vi. — con cuidado lo ayuda a levantarse y le pasa su bastón — realmente siento lo que pasó. ¿Precisa ayuda? ¿Su casa le queda muy lejos? Le llamaré un taxi. — ve que un taxi va pasando y con una seña hace que el mismo frene
— Muchas gracias joven, se lo agradezco. — sube al taxi y se va.
Ese señor era nada más y nada menos que el Maestro Fu en busca de una persona de corazón puro para ser el portador del Miraculous del zorro. Él creía que Ladybug y Chat Noir iban a necesitar más ayuda porque últimamente los villanos eran más poderosos y difíciles de vencer pero para su suerte encontró rápidamente al portador.
Cuando Nathaniel llegó a su casa se encerró en su habitación para continuar el dibujo de la ropa que usaría en la obra de teatro que tenía que hacer con Marinette. Sacó todas las cosas de su mochila y se encuentra con una cajita extraña que no sabía que tenía, la abre y ve un collar con una joya de cola de zorro. Empieza a salir un brillo cegador del objeto y sale un Kwami. Ésta frota sus ojos con sus pequeñas manitos y bosteza, ve que estaba frente a un humano y se da cuenta que fue entregada a alguien entonces vio que era momento de presentarse además de explicar lo que estaba pasando. Nathaniel espantado va caminando hacia atrás, se tropieza con una pila de cuadernos haciendo que caiga al piso.
— Q-que está pasando? ¿Qué sos? — le apunta con un lápiz aún espantado. — Soy Trixx, soy un Kwami. Guardiana de ésta joya que se te fue otorgada. Verás, fuiste elegido para ayudar a Ladybug y Chat Noir a luchar contra los villanos que aparecen. — después de que le explica todo para que él entienda le dice — para poder transformarte en súper héroe tenes que decir "Trixx, transformación", yo te otorgo los poderes de velocidad, súper fuerza e ilusiones ópticas. Nadie tiene que saber que ere un héroe ni que me tienes, es un secreto que tenes que mantener sólo para ti. Eso es todo, ¿entendiste? —
— C-claro. —se pone el collar y esconde la cola de zorro del mismo dentro de su remera para que nadie vea que lo tiene. — No creo poder hacer esto, no soy alguien valiente como los héroes que ahora salvan París. No sé porqué fui elegido, pero alguna razón debe haber y aunque no la sepa debo hacer esto. —
Entre todo lo que había pasado ya se la había hecho las 5.50 y sale rápidamente para buscar a Marinette. Trixx se esconde en un bolsillo interno de la chaqueta del pelirrojo y se queda ahí tranquila hasta ser invocada. Cuando llega a la panadería entra y ve a sabine atendiendo.
— Buenas tardes señora Dupain-Cheng, cómo está? — pregunta con algo de timidez pero con respeto
— Nathaniel, que gusto verte por aquí. Estoy bien gracias. Marinette ya baja. Sabes? Me alegra mucho que mi hija haya encontrado un chico como tú, ella me habla bastante sobre ti, cuídala mucho. —