Hannibal Lecter es mi psiquiatra.

Favor.

//Esta escena es la cena que da Hannibal en el capítulo 7 de la primera temporada.//

Una cena exquisita, como siempre, en esa mesa rodeada ahora no de amigos, sino de colegas y conocidos. Gente de un circulo tan exclusivo donde cada uno, si no se siente orgulloso de estar ahí, se siente complacido de tener gente a su propia altura. Gustosos de la opera estaban esa noche en su casa.

El doctor Hannibal Lecter era regocijado con aplausos por una cena bien presentada como era su costumbre, sin embargo alguien ahí no estaba del todo concentrado en la cena del psiquiatra más respetado en Baltimore.

Patrick Brehm aplaudía a su compañero del circulo médico con una sonrisa que había sido arrebatada de su rostro al ver tal presentación. No era la primera vez que tenía una comida con el doctor, pero si la primera vez que pediría un favor.

—Antes de comenzar debo advertirles. Nada de esto es vegetariano. Bon appetit.

Después de esas palabras pronunciadas por el anfitrión de la noche, se concentraron en degustar los platillos de Lecter. Una cena memorial entre cumplidos dirigidos a su persona y una platica animada entre las personas presentes fue la velada de la noche.

Al acabar, una corta platica sobre los próximos conciertos de la sinfonía de Minnesota se haría presente, y no mucho después sus invitados se retirarían, a excepción de una pareja que procuró quedarse al final.

Ya en la puerta, para despedirse, Patrick y su esposa, Janeth, se tardaron más de lo usual.

—Muchas gracias por la velada, Dr. Lecter.— Agradeció Janeth antes de cruzar la puerta de la casa del psiquiatra.

—No fue nada, espero verlos pronto.— Lecter despidió a la pareja al final, como tenían el par de conyugues planeado.

—Disculpe, doctor Lecter, antes de retirarme, me gustaría hablar con usted, si no es mucha molestia.— dijo Patrick mientras sostenía el apretón de manos de lo que iba a ser una despedida. -Juro no quitarle ni 10 minutos de su tiempo. Siento no decirlo antes, pero no quería interrumpirlo con los demás invitados.

Lecter no lo pensó y le regaló una sonrisa convincente.

—Por supuesto. Agradezco su consideración. Janeth ¿nos disculpa?.

La señora Brehm estaba afuera -Buenas noches.-solo sonrió y en un movimiento de labios que decía "ya tengo las llaves del auto" comunicó a su esposo que le fue inconfundible al doctor. Como siempre, Hannibal estaba atento y se dio cuenta del plan de la pareja para acorralarlo. Casi sonrió por ello.

Hannibal no sentía verdadero interés por la pareja, pero tenían unos gustos excelentes por la opera y el decorado de interiores, eran personas bastante bien parecidas y sobretodo educadas. Patrick era un farmacéutico que podía brindar buenos medicamentos para sus terapias y Janeth era una excelente chef trabajando de primera en un restaurante en Washington.

—Disculpe, de verdad, me causa vergüenza quitarle tiempo.

—No se preocupe, mi casa siempre está abierta para mis colegas.

Patrick frunció los labios casi en una sonrisa. No solía pedir favores de ese tipo, ya que la gente solía ser escandalosa al respecto, con suerte había logrado evitar a la prensa los últimos días. Pero para sus ojos Lecter era diferente y bastante "comprensivo".

—Dígame ¿en qué puedo ayudarle?

El hombre suspiró, estaba convencido de lo que le diría, sin embargo podría perder todo por un escándalo y en un aire serio le dedicó una mirada de total suplica.