The Edge Of My Life | [Kellic]

Capítulo 8

//Narra Vic//

Cuando salimos del instituto, Jenna me estaba mandando mensajes como loca, intenté marcarle pero a Mr. idiota se le olvidó que está en clase, entonces decidí enviarle un mensaje mientras iba conduciendo, no es que haga esto muy seguido, pero ella se notaba muy alterada

"Oye, tranquilízate, él está bien, yo lo voy a cuidar, me quedaré con él, se quedará en mi casa y cuando pase por ti lo dejo en tu casa, además, se siente muy mal como para ir muy lejos, mi casa queda más cerca del instituto que la tuya. oh, y por cierto, tus amigos, Denis y Ariel lo ayudaron y físicamente se ve un poco mejor. Así que cálmate, cielo, lo voy a cuidar bien. te amo"

Guardé mi celular porque sabía que me iba a meter en problemas, y además detesto hacerlo, pero era importante. Noté a Kellin muy serio, podía sentir que todo se le arruinó, su mirada baja lo decía. Quería ayudarlo, pero no sé cómo, quiero que esté bien pero agh! Esto será difícil...

El camino hacia casa fue muy incómodo, quería decirle algo, pero las palabras simplemente no salían, y él parecía querer mantener el silencio en el ambiente, y así fue hasta que llegamos a casa.

Suspiró pesadamente y me miró.

—Yo... quiero agradecer lo que hiciste por mí hoy—hizo una pausa y volvió a suspirar —. Todo esto ha sido muy... complicado para mí, tanta mierda que me ha pasado... en verdad... no sé cómo te voy a agradecer todo lo que estás haciendo por mí—terminó de hablar y sonrió débilmente.

Sonreí inconsientemente.—No tienes absolutamente nada que agradecer—lo miré directamente a sus ojos, que de repente comenzaron a brillar, y su sonrisa creció, lo cual me pareció muy tierno—. A partir de ahora será así, no me gustaría verte sufrir, eres un gran chico como para llevar una vida como la que has llevado, te prometo que todo cambiará—para cuando terminé de hablar, mis ojos estaban muy cerca de los suyos, en ese momento me di cuenta de lo que estaba pasando, y retrocedí un poco —. Bien, entremos a casa—dije, dirigiéndome a la puerta y la abrí.

Cuando Kellin entró, puso una cara de asombro.

—Esto es....wow—dijo embobado admirando la sala de mi casa.

Las paredes de la sala estaban pintadas de rojo, y una pantalla de plasma colgada, debajo de ella había una repisa, donde tenía dos consolas y un reproductor de cd's, y debajo de la repisa había un mueble con más de 200 cd's, algo asombroso para un chico de 17 años, ¿no?

—¿Te gusta?—pegunté con una sonrisa.

—¿Bromeas? ¡Me encanta!—dijo emocionado, aplausos para Vic, hice olvidar a Kellin sus problemas, me merezco un puto Óscar por ser tan buena persona.

Okay, tal vez exagero.

—Eso me alegra, ¿quieres poner alguno?—cuestioné sonriente.

—¿Tienes de My Chemical Romance?—inquirió Kellin con un brillo en sus ojos, lo cual me hizo quedarme viéndolos, sonreí sin darme cuenta... Ladeé mi cabeza y sentí un líquido recorrer mi mejilla, Kellin se reía, pero yo no sabía de qué, no le di importancia y seguí mirando sus hermosos y brillantes ojos, el líquido ya había bajado hasta mi cuello, me comenzó a incomodar así que lo limpié de mi cuello, pero seguía sonriendo como idiota. Entonces las risillas de Kellin se convirtieron en carcajadas, a lo cual le pregunté: —¿De qué te ríes?

— Ay, ay, es que... ¡Estás babeando! JAJAJAJA—Se tiró al suelo a reír, entonces mi cara se puso como un tomate y limpié mi saliva, ¡pero qué vergüenza! Entonces Kellin se levantó del piso y se acercó a mí sonriendo ampliamente, y también me perdí en su sonrisa, no sé por qué, quería dejar de mirarlo, pero mis desobedientes ojos no se despegaban de su cuerpo —. Eres más hermoso sonrojado... —dijo algo que no logré entender porque me quedé balbuceando internamente.