Capitulo 15: Comeback

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Los rayos se filtraban por las ventanas llenando de luz la habitación, un joven abría lentamente sus cansados parpados, sus ojeras contrastaban con su blanca piel color mármol, su demacrado rostro daba señales de una constante agonía, se levantó de la cama asustado al ver que alguien dormía a su lado corrió en dirección al baño, detestaba a esa persona, su sola presencia le recordaba su traición, deseaba matarlo con sus propias manos, había tenido tantas veces la oportunidad pero la esperanza de encontrar a sus amigos lo detenían, miro su rostro en el espejo, era un despojo de lo que un día fue, su cabello estaba desteñido aun en su piel tenia rastros de las miles de lágrimas que la recorrieron, unos golpes en la puerta lo asustaron.

—Necesito ir al baño. —Hablaba una voz a otro lado. —Sal ahora mismo.

El joven miró en dirección a la puerta, su sola voz lo ahogaba en un odio imposible de borrar saco un objeto del pequeño tinaco de la taza abrió la puerta de golpe y apunto en la cabeza a cierto rubio.

—Te he dicho mil veces que no entres a mi habitación. —Le grito furioso. —Tu presencia me causa nauseas.

Ambos jóvenes se miraron a la cara, cansados por las constantes peleas, hartos de esa situación que comenzó apenas 6 meses después que el maknae descubriera que el traidor había sido Zico. Después del atentado en el muelle Zelo despertó en un departamento con la desagradable noticia que toda su familia estaba muerta, solo se tenían ellos dos, limpiaron sus heridas tratando de seguir adelante el mayor con la esperanza de conquistar el corazón del mas joven pero todo fue en vano con el paso del tiempo el amor que le tenía al líder aumento junto a su dependencia su deseo de venganza se hizo presente aunque trataba de cualquier medio de conquistarlo sencillamente era una hazaña imposible por lo que un día le dijo toda la verdad ya que se convertiría en el mano derecha de su Jefe, Junsu, ahora Zico junto a los equipos traidores se adueñarían de Vietnam desde ese momento Zelo se convirtió en su preso.

—¿Por qué sigues siendo tan cruel conmigo? —Le contestaba molesto. —Solo deseaba la muerte de Bang no del resto del equipo deberías superarlo todos están muertos lo único que te queda soy yo.

—Puedes tenerme encerrado en estas cuatro paredes pero jamás seré tuyo. —Le grito en estado de cólera. —Sé que Bang volverá por mí, lo prometió.

Zico de un movimiento le quito el arma lanzándola muy lejos de ellos, lo sujeto de los hombros, odiaba verlo tan enamorado de un muerto, detestaba la maldita confianza que le tenía, le frustraba no poder tenerlo, había intento varia veces obligarlo a corresponder a sus besos, a sus caricias pero el pequeño siempre se defendía, cualquier objeto le funcionaba como arma, corriendo, escondiéndose en esa enorme Mansión, escapando de su verdugo.

—Eres un idiota, él está muerto. —Le grito pegándolo a la pared. —Eres mi prisionero, nadie te vendrá a salvar sigue mi consejo deja que yo cuide de ti, deja que te amé, quédate a mi lado como mi amante.

—Nunca. Me podrás tener encerrado en este lugar pero jamás seré tuyo. —Le escupió en la cara. —Me defenderé con uñas y dientes, prefiero estar muerto antes de ser tuyo.

El maknae se acercó tentadoramente cerca hasta casi rozar los labios del rubio quien se dejó embriagar con ese bello rostro, lo enloquecía, aflojo un poco el agarre, fue cuando el más joven aprovecho y le soltó un golpe en el costado, salió corriendo de la habitación para encerrarse nuevamente en la biblioteca los gritos afuera fueron incesantes, se recargo en la pared sujetando su cabeza con ambas manos, la voz de Zico retumbaba en su cabeza no sabía cuánto tiempo podría aguantar esa situación, con el paso de los días se volvía más débil y su enemigo más peligroso, sabía que llegaría al punto donde lograría lo que tanto deseaba, poseerlo. Después de un par de horas los golpes y gritos cesaron fue cuando suspiro con tranquilidad comenzó a recorrer esa bella biblioteca, su refugio, paso tantas noches escondido entre esos estantes ahogando sus penas, en su pecho existía una herida imposible de sanar, no podía creer que la persona que amaba estuviera muerta, cada segundo que pasaba era más desgarrador que el anterior, estaba perdido sin saber qué camino seguir, no veía una luz que lo guiara en la dirección correcta, muchas veces estuvo a punto de quitarse la vida pero la promesa que le hizo a Bang se lo prohibía, se recargo en un estante dejándose caer se abrazó a sus rodillas hundiendo su rostro, las lágrimas ya no resbalaban por sus pálidas mejillas, estaba seco, vacío, solo, grito una vez más el nombre de su líder, se sentía tan culpable, tan herido, se levantó, tiro una vez más todos los libros que se cruzaban por su camino, lo necesitaba para seguir viviendo, lo quería ver, no aceptaba que no estuviera a su lado, de pronto su mirada se fijó en un libro de pasta verde, lo abrió para encontrar una pequeña nota ahí estaba la respuesta a sus plegarias, ahí estaba su destino, tomo un lápiz del escritorio para anunciar su decisión, aunque era el más pequeño de BAP su responsabilidad con TS Family era ahora más que nunca, sin nadie a su lado él tomaría las riendas de la organización que su amado había comenzado, terminaría, alcanzaría su objetivo, cumpliría el trato con G-Dragón, recogió el desastre que anteriormente provoco, miro su reflejo en uno de los cuadros era momento de dejar de ser un gatito cobarde, era momento de recobrar su orgullo, su dignidad, su libertad. Destrozaría al traidor de la manera más vil, era tiempo de volver a ser Zelo.

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