Black Paradise

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Los integrantes de B.A.P llegaban a su destino una hermosa mansión a las orillas de una  de las playas más exclusivas y famosas de Filipinas, era un regalo de sus nuevos aliados, les deban la bienvenida a SM Family. Recorrieron el lugar con los rostros iluminados, seguían siendo humanos y claro que les encantaban lo lujos, mentirían si negaban su agrado hacia el dinero, una de las razones por las que estaban en ese peligroso mundo, su ambición al dinero fácil, uno de sus peores pecados.

—Esto si es un nivel diferente. —Confesaba YoungJae, —Justo lo que merecemos.

DaeHyun tomó a su pareja de la cintura para arrastrarlo a la alberca donde sin previo aviso lo lanzó, los maknaes hicieron lo mismo con su Omma adoptiva quien no paraba de patalear al ver el ataque,  los otros dos integrantes veían divertidos la escena pero al final también se unieron a la fiesta al acercarse acierto burlón castaño para alzarlo y lanzarlo a la alberca, pero por una maniobra el líder también termino empujando a Zico. Los integrantes al ver que su jefe era el único en no caer unieron fuerza, todos le comenzaran aventar agua por lo que al final el mismo se lanzó a la alberca para jugar con ellos, en esos momentos volvían a ser los dulces niños que fueron alguna vez en su pasado, regocijándose en su inocencia, en la pureza de sus actos. Asignaron habitaciones así mismo se pusieron de acuerdo para agentar la entrevista con las personas con quienes harían el intercambio, el sonido de timbre los alertó, el líder salió atender al intruso, era un repartidor quien le llevaba unas flores, las recibió y pudo leer en una nota el siguiente mensaje: “Bienvenidos a SM Family. ” junto con una dirección y hora, se miraron pensativamente, no sabían de qué se trataba pero debían ser puntuales.

—¿Por qué tan pensativo? —Cuestionaba el mayor. —Pensé que estarías feliz al ver la playa.

Zelo estaba sentado en el piso de la terraza mirando el mar entre los barrotes de los barandales, en su mirada se reflejaba un gesto de preocupación. Bang estaba recostado en un sillón mientras leía uno de sus libros favoritos hacia minutos que el makane no hacia ruido y eso le preocupo.

—¿Estaremos haciendo bien? —Pregunto al aire. —¿En verdad merecemos ser felices después de todo el daño que hemos hecho?

—Nuestro pecado fue desear tener dinero fácilmente, lo que hicimos fue para sobrevivir. —Interrumpió un castaño. —Pero no por eso merecemos un futuro impregnado de miedos.

YoungJae entraba a la terraza mientras era abrazado por la espalda de un adormilado DaeHyun quien al ver el mar sus ojos se iluminaron, le recordaba tanto su niñez, ambos se colocaron a un lado del maknae.

—Tal vez no tomamos las mejore decisiones, escogimos el camino incorrecto que nos ha llevado a un callejón sin salida. —Hablo el chico de Busan. —Tal vez seguimos decidiendo mal pero nuestro objetivo ha sido definido, buenas o malas nuestras acciones ya no importa si el resultado es lo que deseamos.   

Las dos parejas guardaron silencio era verdad, sus acciones no eran libres de pecados, de crímenes, de sangre, pero que podían hacer, no eran santos, no eran buenos pero tampoco eran malvados criminales, era humanos que ambicionaban una vida como siempre la anhelaron. HimChan escuchaba la conversación recargado en el umbral de la puerta, Moon tomó asiento a lado del peliazul recargando su cabeza en su hombro.

—No somos víctimas, pero las circunstancias no han llevado actuar de mala manera, tal vez no la mejor forma. —Hablo el joven de la eterna sonrisa. —Pero quien te enseña a vivir.

—La justicia consiste en darle a cada quien lo que merece por eso no somos ni buenos ni malos sino justos. —Dijo en tono fuerte el líder levantándose de su lugar. —De hoy en adelante nuestro plan entra en acción, hemos peleado por el lugar que hoy tenemos, tal vez nos lastimémomos en el futuro, nuestros actos no concuerden con nuestros ideales, haremos llorar a las personas que amamos, habrá más mentiras que verdades, estaremos inmersos en un mar de engaños, pero sin importar lo que pase confiaremos uno en el otro, esa es nuestra base, nuestra carta maestra. La confianza entre nosotros, por eso les pido que jamás duden de su corazón.

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