°Larry°

Dead sun.

Sus labios recorrían mi mejilla mientras estaba sentado a horcajadas en su regazo, mordí su labio y hale cuando mi cabeza se inclino porque él jugaba con mis pezones demasiado sensibles. Debería sentirme mal pero no sucedía, no me sentía completamente mal hasta que estaba bajo mi acolchado en la casa de muñecas de mi familia donde todo tenía que ser perfecto, con mi 17 años recién cumplidos no podría irme, no debería, de igual modo y mi padre no me dejaría y entonces pensaba ¿Por qué estás acostándote con el prometido de tu tía 10 años mayor? Si mi padre o mi madre se enteraban darían un grito al cielo, un Styles jamás habría de apuñalar a otro Styles por la espalda, jamás. Aunque eso no era cierto, mi padre se acostaba con su asistente y mi madre se ahogaba en alcohol para olvidar su infidelidad, para evitar llorar cuando la muy bien dotada chica de largo cabello rojo se sentaba a compartir cena con nosotros, era desgarrador verla destruirse, aunque ella no tuviera tiempo para mí seguía siendo mi madre; continuaba doliendo.

—Estoy haciendo algo mal si sigues pensando aún en este momento —estaba en su regazo desvestido a excepción de mi bóxer negro y él estaba acariciando mis costados.

—No, no. En absoluto, no has echo nada mal —acarició mis pómulos con sus pulgares y retiró una pequeña gota cristalina que colgaba de mis frondosas pestañas aunque yo no sabía que estaba ahí.

—¿Qué pasa, amor? —el sobrenombre cariñoso rompió absolutamente mi corazón, machacándolo hasta que quedó vuelto un montón de polvo a sus pies, polvo que volaría entrelazándose con el viento cuando él soltara las dos palabras en el altar.

—¿No te duele? —alejé sus manos lentamente colocándolas en su pecho—. Vas a casarte, Damon, no es un asunto lejano nuca más, ella lo tiene todo listo para Diciembre del próximo año ella será una DcMarco y tú un Styles, serás mi tío —las lágrimas inundaron mis ojos pero impedí que salieran mordiendo mis labios hinchados.

—Ya hemos hablado de esto... —sus manos bajaron mis muslos.

—Y soy el que pierde, siempre —traté de alejarme pero él me retuvo con sus fuertes brazos alrededor de mis estrechas caderas —. No quiero, no quiero seguir haciendo el amor con una persona que no es mía, estoy cansado de esto Damon, estamos saliendo desde que tenía 14, estamos teniendo sexo desde que cumplí los 15, ahora tengo 17 y te quiero, completa y únicamente para mí —ahora era una masa despreciable de sollozos y gimoteos, era lo que merecía, al fin y al cabo, era él un hombre tomado, el hombre de mi tía —. Estás jodiendo conmigo y luego vas y te follas a mi tía ¿No te da asco? ¿No te das asco?

Me separé de él y trastabillé alejándome, las lágrimas seguían corriendo por mis mejillas.

—¡Harry, soy un vizconde, estaba comprometido con tu tía incluso antes de nacer! —me agarró por los antebrazos acercándome violentamente a él—. Eres el amor de mi jodida vida, lo supe en el instante que te miré por primera vez pero no todas las personas que se aman pueden estar juntas...

—¡Damon estamos follando, estamos juntos! —gruñó y golpeo su puño contra la pared.

—¡No hablo de ese juntos, Harry! —tomó mi rostro en sus manos—. ¡Hablo de amarte, casarme contigo y tener esa estúpida casa que quieres con los 3 perros! —me abrazó con su frente contra la mía —. Pero no es posible, no es fácil y no, no lo quiero así pero es lo que debo hacer. Por el honor de mi familia, Harry, no podemos decirle a nadie.

Me levanté airadamente, completamente enojado conmigo mismo y con él ¿Cómo podía yo mirar el rostro de mi tía y sonreír cuando había tenido el miembro de su prometido en mi boca? El mareo que me recorrió estuvo a punto de dejarme en el suelo sino fuera por sus fuertes brazos rodeandome, pasó su brazo bajo mis rodillas y me llevó hasta la cama, mi cabeza estaba colgando de su brazo; al momento que me recostó sobre la cama mi mareo se había alejado dejándome exhausto como lo hacia últimamente.