¡¡Feliz Cumpleaños pequeña!!

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Estaban a pocos días del gran acontecimiento, el cumpleaños de la pequeña Rukia, Hisana se mostraba muy emocionada al igual que la niña puesto que era la primera fiesta de cumpleaños de la niña.
Byakuya por su parte estaba demasiado ocupado con su escuadrón, tenía nuevos reclutas lo que significaba tener que supervisar sus entrenamientos personalmente para que llegaran al nivel que el escuadrón necesita. Por otro lado trataba de que ello no le estorbara en su gran mandato, "La fiesta de su pequeña Rukia".

Pero volviendo a la actualidad ambos, hermano mayor y hermana menor, se encontraban sentados a las orillas de jardín uno frente al otro.

    ―Pero si vas a pedir pastel no puede haber magdalenas ― sugirió el mayor ― es demasiada azúcar y más aparte vas a querer que en las mesas se pongan dulces ¿no?

― Pero Ni-sama, quiero que el pastel sea del embajador algas y las magdalenas se pondrán en la mesa de Chappy ― hizo un puchero viendo con los ojos acuosos a su hermano adoptivo.

―  habíamos quedado que solo seria una sola decoración, o es Chappy o el Embajador Algas ―  expresó el mayor tachando lo que tenía anotado en el trozo de papel que había en sus manos.

― pero Ni-sama, yo quiero ― hizo un puchero aún mayor y se limpió la nariz con la manga de su kimono ― quiero que el valiente Embajador Algas y Chappy estén en mi fiesta ― derramó unas cuantas lágrimas y se cubrió con las mangas el rostro mientras que Byakuya fruncía el ceño observando a la menor ― ya entiendo ― levantó su rostro con las mejillas aún húmedas ― es que tu no me quieres.

"oh, oh" pensó de inmediato Byakuya, ya conocía esa expresión mejor que nada, sabía que por más tiempo que pasara ella lo iba a atormentar hasta que lograra lo que quería y eso le gustaba, su abuelo ya le había dicho que estaba malcriando a la niña pero a él no le importaba, quería darle todo a su pequeña a la cual más que una hermana veía como su hija.

  ― esta bien, tendrás todo lo que tu quieras ―  puso su mano en la cabeza de la pequeña y le sonrió ligeramente a lo que la pequeña le sonrió con un brillo en los ojos ―  Ni-sama eres el mejor ―  se lanzó sobre él y lo abrazo, él se limitó a corresponder  para después seguir con su trabajo.

[...]

Llegó el gran día, Rukia se despertó ansiosa y temprano, demasiado temprano para los mayores de la casa, desde el abuelo Ginrei, pasando por la servidumbre hasta sus hermanos mayores.

  ―  ¡¡Ni-sama, Ne-sama!! ¡¡Despierten!! ―  grito en cuanto entró en la habitación de los mayores, causando que Byakuya se levantara de golpe alarmado y que Hisana soltara un grito del susto.

  ― ¿que pasa? ―  pregunto Byakuya quien tenía a senbonzakura en la mano, la cual había salido de quien sabe donde y veía a las niña como si de un Hollow se tratara.

― ¿adivinen que día es hoy? ― corrió hacia la cama para de un salto subir en ella, ignorando por completo a su hermano que se encontraba en posición de ataque y abrazo a su hermana — ¿no lo sabes Ne-sama? — hizo un puchero a lo que su hermana sonrió y la estrecho en sus brazos — claro que lo sé pequeño demonio, hoy es tu cumpleaños — beso su mejilla y después la apretó causando una risa por parte de la niña.

— menos mal que solo era eso — bufó Byakuya poniendo su zanpakuto en su lugar.

  [...] 

Rukia se encontraba con su kimono azul favorito, veía todo maravillada, su fiesta seria la más genial de todos los tiempos, había dulces por todas partes y dibujos de Chappy y el Embajador  algas pegados en cada pared, su pastel era perfecto y la decoración de la mesa también. Caminaba felizmente de la mano de su hermana completamente abstraída por el lugar, hasta que varias personas comenzaron a acercarse a ella para darle un sin numero de regalos.

  — Ne-sama..... ¿quienes son ellos? —  pregunto después de aceptar educadamente los regalos que estos le ofrecían y correspondía los abrazos dirigidos hacia ella.

—  son compañeros de Byakuya-sama —  respondió riendo ligeramente de la inocencia de la menor, mientras  acomodaba un mechón de cabello tras su oreja.

Después de poner los regalos en su lugar la niña se dispuso a volver a inspeccionar que todo en su fiesta resultará perfecto, pero algo falta, volvió a revisar y seguía faltando ese algo, su adorado hermano mayor, se dispuso a buscarlo por toda la casa, su habitación, su estudio, su estanque de peces Koi, pero nada, el no aparecía por ninguna parte, ya cansada volvió a la sala donde se disponía la fiesta y abrazo a su hermana para comenzar a llorar.

— ¿Que es lo que te pasa pequeña? — preguntó la mayor preocupada y la comenzó a revisar para ver si no se había lastimado — ¿Que te hiciste Rukia?, No me asustes así por favor — levanto el rostro de la niña al momento en que no recibió respuesta — dime qué tienes mi amor

La niña tenía sus mejillas empapadas en lágrimas y las mejillas sonrojadas.

— Es que.... Es que... — hipaba cada que quería decir algo y después se limpio el rostro con la manga de su kimono — Es que Ni-sama no me quiere — volvió a esconder su rostro en el cuello de su hermana y comenzó a sollozar de nuevo.

— ¿Es porque no ha llegado? — beso su cabeza y acarició su cabello — ¿Por eso dices que no te quiere? — la pequeña levantó su cabeza y con los ojos entrecerrados asintió para volverse a acomodar en el cuello de su hermana — bueno, entonces le tendre que decir a Byakuya-sama que en este momento se vaya de aquí con ese gran regalo — la niña asintió aún levantar la cabeza — ¿Viste eso Byakuya-sama? Tienes que irte

— ¿Que hice ahora? — se escuchó la voz del hombre pero Rukia no levantó la cabeza, seguía pegada a su hermana cómo un koala
— tienes que irte por qué no quieres a mi pequeña Rukia — río después de ver la expresión sorprendida de su esposo y como frunció el ceño al comprender

De pronto la niña estaba en brazos de su hermano, el cual la llevo cerca de la mesa de regalo

— ¿Puedo saber la razón por la cual no te quiero ahora? — la niña agachó su cabeza
— es que... Es que... Tu no estabas
— Ajá
— y yo creí que tú no querías estar conmigo hoy
— ajá
— y... y...
— mírame Rukia — la niña levantó su mirada y vio a su hermano el cual tenía una ligera sonrisa — ¿Cuántas veces tengo que decirte que eres mi hermana favorita?
— soy tu única hermana — interrumpió haciéndolo reír
— bueno pero aún así eres mi favorita, tan favorita que — la bajo dejándola al lado de una caja — abrela por favor

La niña analizó la caja y frunció su pequeño ceño
— ¿Que es lo que hay adentro Ni-sama?
— Ábrelo
Abrió lentamente la caja y se asomó llevándose una gran sorpresa, se trataba de 2 cachorros idénticos, unos vestido de el embajador algas y el otro de chappy.
— Ni-sama son muy bonitos, ¿Me los puedo quedar? — preguntó viendo al mayor con estrellas en los ojos
— Son tu regalo de cumpleaños, te los puedes quedar — la niña corrió haciendo el y saltó a abrazarlo, el la alzó y estrecho en sus brazos.
— pero Ni-sama, tú dijiste que no querías perros por qué no te gustan
— vez por qué te dije que eras mi favorita

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Awanteeee lloré de ternura escribiendo esto, espero le den mucho amor, nos vemos en el próximo capítulo, donde Byakuya lleva a su adorable hermanita a su escuadrón

SALUDOS 💜💜💜💜

Ni-sama, no puedo dormir (ONE-SHOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora