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Estaba llegando a casa y en la puerta encuentro a la persona que me hizo acelerar el corazón en pocos segundos.

Dave.

Me acerque a la puerta con pasos lentos, estaba sentado en los escalones de la puerta que se encontraba cerrada, tenia esa camisa a cuadros azul y negra que tanto me gusta debajo de ella tenia una sudadera gris, sus pantalones un tanto ajustados azules y sus zapatillas blancas con negro, su cabello se encontraba un poco despeinado.

Pero no importaba, Dave a pesar de todo siempre luciría hermoso.

—¿Que haces aquí?.

—Quería saber como estabas.

—Estoy bien.

—Mientes.

—¿Te importa?

—Si.

—¿Desde hace cuanto?.

—Te he llamado.

—¿Si? No me he fijado.

—Si fuera Carter, si.—dijo con ironía.

—Carter es otra cosa.

—¿Por que?.

—Porque Carter a diferencia de otras personas nunca me dejaría sola, si tuviera novia nunca dejaría que ella me golpease, no me dejaría llorando.

—¿Jessica te golpeo?.—dijo con sorpresa.

—No te hagas el que no sabe, se bien que te lo contó.

—No, nunca lo hizo, no me di cuenta, estuve ocupado porque Jessica no quería dejarme en paz ni por un segundo.

—Es tu novia ¿que esperabas?

—No parece mi novia, parece mi dueña.

—Lo es.

—Ella no me controla.

—No seas hipócrita, se bien que si, estoy segura de que si ella te dijera que me humillaras lo harías enseguida.

—No lo haría.

—Ya me humillaste una vez y de seguro ella te dijo que lo hicieras ¿quien dice que no lo harías de nuevo?

—No seria capaz.

—Si, claro, como no.

—¿Has ido al Doctor?.

—No.

—¿Por que?

—Repito, ¿te importa?

—Te lo repito de nuevo, si, me importa.

—Hemos perdido la cita con el neurólogo por dos cosas a causa de lluvia y a causa de una emergencia con mi abuela.

—¿Que tiene la abuela Nanny?

—Le duelen los huesos y tuvimos que ir este fin de semana a cuidarla, mi padre contrato una enfermera confiable para que este al pendiente de ella.

—Ohh, debo visitarlo uno de estos días.

—Me ha preguntado por ti, le he dicho que has estado bien.

—Gracias por decirle eso.

—Debo entrar a mi casa, así que, adiós.

—Se que quieres que me marche, puedo sentir tus ganas de matarme.

—Me esforcé mucho en que no se notara.

—Eso fue sarcasmo.

—Exacto.—dije y Dave se levanto de los escalones se dispuso a irse, pero antes de eso me abrazo y yo le correspondí el abrazo.

—¿Sabes? Siempre me vas a importar, quisiera decirte el motivo por el cual he sido tan cruel contigo pero seria condenarte de la peor forma y condenarme a mi también por tu sufrimiento y honestamente no quiero que sufras por lo que te pueden hacer por mi culpa, me importas y quiero que sepas que eso nunca cambiara.—dijo con suavidad en mi oído.— Te quiero Sam.—y dicho eso se fue.

Dejándome con el corazón acelerado.

Y con una gran interrogativa en la mente.

¿Que es eso que ha dicho Dave?

¿Que me podrían hacer?

¿Me trata así para protegerme?

Una pequeña esperanza creció adentro de mi, sin darme cuenta, comenzó a nacer.

Hola, Dave. #CWritersUp2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora