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No puedo creerlo, te gusto Sam, no puedo creer lo que acabo de leer nunca creí que yo llegara a gustarle a Sam por como la trate creía que me estaba odiando y se que me odia un poco pero me alegro de que yo le guste porque al menos una parte de ella no me odia, lo contrario, me quiere.

—Sam, te prometo que si despiertas, nunca me alejare de tu lado, nunca estarás sola porque yo siempre me quedare contigo y siempre pero siempre estaré para ti.—escucho la puerta abrirse por lo que volteo a ver quien es.

—Dave...—dijo Anna.

—Hola Anna.

—Hay algo que debo decirte.

—¿Que pasa?

—Los Doctores, dicen que...

—Dicen... ¿que? Dime de una vez.

—Dicen que quizás Sam no sobreviva, ella esta muy débil y su enfermedad cerebral no la ayuda están sorprendidos de lo mucho que ha durado hacen todo lo que pueden pero nada ocurre, sus padres no quieren mantenerla a base de una maquina de respiración, ellos quieren dejarla descansar en paz.

—No, no pueden hacerlo, no dejare que la desconecten, ella puede salvarse, lo siento adentro, aquí en mi pecho lo siento, yo siento que ella sobrevivirá y nos sonreirá como siempre lo ha hecho Anna, no permitiré que la desconecten.—dije llorando y Anna también estaba igual que yo.

—Los Doctores le dan un par de semanas mas si aun no despierta... Nos avisaran para despedirnos de Sam.

—No, no pueden hacerlo, Sam no, Sam no morirá.—dije y me aferre al brazo de Sam, a su pequeño brazo frágil.

—Yo tampoco quiero que muera, pero sino despierta, creo... que seria mejor dejarla descansar.



Hola, Dave. #CWritersUp2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora