Y ahí, tumbado en la cama con la mirada fija en la nada, tu mente en un gesto inusual de gentileza te hace caer en la cuenta de que hoy es el "mañana" de ayer: que te has pasado la vida construyendo bases para un mejor mañana sin tener garantía alguna de que ese "mañana" llegue.
Que dedicamos los mejores años de nuestra existencia (niñez, adolescencia, juventud) en estudiar para tener una "mejor vida" mientras ésta se escurre como agua a la espera de ser disfrutada. Todo para terminar, en el mejor de los casos, con el alma vacía y el bolsillo a medias.Caes en la cuenta de que aquello por lo que antes dabas la vida, hoy te da completamente igual.
Tu mente proyecta el cuanto ha cambiado tu mundo, como han cambiado quienes te rodean y lo irreconocible que eres tú ante ti mismo.Quiero creer que vinimos a algo más que a sobrevivir.
Que estudiar, para trabajar; trabajar, para tener dinero; tener dinero para gastar; gastar ¿y qué? ¿Qué sigue?Y por si lo anterior no fuese lo suficientemente absurdo, lo que sí es inconcebible es que te prives de hacer lo que de verdad amas y te apasiona sólo por el qué dirán.
Anda, rompe el molde, enfrenta tus miedos y haz aquello a lo que tu confundido ser más te incite.
Haz que tu inentendible excursión, a la que llaman vida, valga la pena para ti.
Por favor metete de una vez a la cabeza la realida
d innegable de que lo que le da valor a tu vida no es un título, un cargo, una etnia, una posición, ninguna de las banalidades que la sociedad hace ver como esenciales;
Lo que le da valor a tu vida son aquellas cosas que no necesariamente los demás tienen que ver: tranquilidad, paz interior, consciencia limpia, comunión Divina...Así que a partir de ahora haz sólo aquello que ayude a que en unos años puedas mirar hacia atrás y decir: "Cometí errores pero le di sentido a este enredo: valió la lena vivir".
-K'Y.C
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Gotas Nocturnas.
AléatoireY el Día fue creado, pero dentro de sí crecía un vacío, una oscuridad... un dulce tormento. Llegó el momento en que éste se hizo tan fuerte que el Día dejó de hacer el ridículo intento de ignorarlo y aceptó que es parte de sí; decidió llamarlo Noche...