PARTE 1: We better stop playing, before we mess around and someone gets hurt.

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Su debilidad eran los excéntricos pero hermosos tatuajes de aquel joven que rondaba por sus 23 años

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Su debilidad eran los excéntricos pero hermosos tatuajes de aquel joven que rondaba por sus 23 años. Amaba recorrer con su lengua cada trazo marcado sobre la pálida piel del otro y acariciarlos con las yemas de sus dedos cada vez que lo hacía suyo.

Esa era la razón por la que disfrutaba pasar esas noches dentro y fuera del boliche en su compañía. Se sentía importante caminando al lado del pequeño hombre de pómulos marcados, con su cuerpo repleto de tatuajes y buen sentido de la moda.
Una relación sin compromisos, "Nada serio" habían dicho, sin embargo había comenzado a incomodarle la manera en la que JongDae ya formaba parte de su rutina y como, aparentemente, se estaba encariñando con él.

-Necesito que aclaremos algo.- Habló serio mientras caminaban por el shopping de siempre, mirando vidrieras.

Esa tarde, a diferencia de otras, estuvieron distantes y JongDae muy callado.

-Lo sé- Soltó el otro sin apartar la vista de las vidrieras y a pesar de no lograr verlo completamente, Chanyeol podía notar su rostro inexpresivo pero con un deje de tristeza.

-¿Lo sabes? ¿Qué sabes?- Cuestionó exaltado el menor, quien dejó su expresión seria y firme por una desconcertada.

-Dilo de una maldita vez- Profirió aún sin mirarlo a la cara.

-Si ya lo sabes, para qué decirlo ¿No?- Alegó Chanyeol fingiendo estar irritado.

A pesar de estar seguro de querer pedirle distancia, la actitud del mayor causo que Chanyeol se sintiera inhibido, vergonzoso, al fin y al cabo no se animaba a confrontarlo, era un cobarde.

-Actúas como un crío.- Bufó cabreado. - Aunque lo disimules bien, sigues siendo uno.

Y esas palabras molestaron al joven de 20 años, gran estatura, facciones aniñadas y pelirroja cabellera.

Era común el trato burlón o con desprecio entre ellos, ya que ambos sabían que no ocultaban malas intenciones. No obstante, esta vez las palabras de Jongdae fueron ásperas.

-Si te molesta que me comporte como un crío, no sé qué demonios haces aquí conmigo.- Dijo Chanyeol furioso, esta no era la manera en la que debía aclarar la cosas pero TAL VEZ realmente era un crío para este tipo de situaciones.-Creo que estamos pasando demasiado tiempo juntos. Deberíamos parecer menos una pareja y vernos solo en el club o luego de el, como antes.- Habló más tranquilo y observando de reojo al mayor que no se dignaba a dirigirle la vista.
Ante esa situación, se giró para tomarlo del brazo y frenar su andar. -Eso era lo que quería que aclaremos.- Finalizó con el ceño fruncido y mirándolo directo a los ojos, esperando que le prestara más atención de esa forma.

-Lo entiendo, era notorio que ya te aburriste de mi, por eso lo sabía. Si es lo que quieres... Voy a dejar que me uses- Le respondió manteniendo el contacto visual pero sin expresión alguna. 

"Voy a dejar que me uses". Esa frase le chocó un poco y se mantuvo dando vueltas en su mente.

Su poca reacción ante su reclamo lo descolocó, quizás era por capricho pero en su interior admite que esperaba que el pelinegro le ruegue por su amor, de rodillas y lloriqueando, no obstante esté se mostró indiferente.

Kissing on my Tattoos (Two Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora