¿Tenía que ser ahora?

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Nos os alarméis por el título ¿eh? haha, es solo una gripe

Era ya de día y unos finos rayos de luz atravesaban los pequeños agujeros de las persianas. Poco a poco abrí los ojos acostumbrándome a la luz del sol. Me encontré a Rick mirándome mientras una sonrisa se instalaba en su cara

-¿Te he dicho alguna vez lo guapa que estás por las mañanas?

-No digas tonterías. No puedo estar guapa, si ni siquiera me he arreglado

-Por eso mismo me encanta. Sin arreglar y eres hermosa. Imagínate como estás cuando te "pones guapa"- ese comentario hizo que me ruborizase un poco y sonriese. Sin esperarlo, me dio un beso al que yo correspondí encantada- Podría despertarme así todas las mañanas, ¿sabes?

-Sí... Creo... Que yo... También- dije entre cortos besos

-Podríamos despertar a Alexis los dos juntos ¿Te apetece?

-Por supuesto

Salimos de la habitación para dirigirnos al cuarto de Alexis que se encontraba en la parte superior de la casa. Pudimos escuchar su respiración tranquila a través de la puerta que estaba entreabierta. La abrí despacio y entré a la habitación lentamente. Rick me seguía por detrás. Nos cogimos de la mano y nos acercamos hasta la cama de Alexis. Cuando estuvimos a su lado, nos quedamos mirándola sonriendo durante unos instántes. Era tan dulce y tan preciosa como un ángel, tanto dormida como despierta. Me puse en cuclillas al lado de su cabeza y empezé a acariciarle el pelo y la cara para hacer que se despertarse

-Buenos días, cielo- dije dulcemente y casi susurrando- Es hora de levantarse

-Buenos días, calabaza- dijo Rick agachandosé junto a mí

Alexis se removió un poco y luego entreabrió los ojos. Finalmente despertó del todo y nos sonrió

-Buenos días- tenía la voz todavía un poco adormilada pero igual de dulce

-¿Vamos a desayunar?- pregunté yo

-No me apetece mucho, dentro de un ratito

-Vale, pero hay que levantarse de todas formas para ir espabilándose, que has dormido un montón- dije yo

-¿Qué hora es?- dijo mientras se restregaba los ojos

-Las diez y media- dijo Rick mirando su reloj

-Vale...- se destapó y se agarró a mi cuello, apoyó su cabecita en mi hombro, como hacía siempre, y cerró de nuevo los ojitos. Rick nos abrió la puerta de la habitación pero él no salió

-Bajad vosotras, ahora bajo yo- dijo Rick comenzando a subir persianas y a abrir ventanas

-Como quieras-

Bajé con Alexis en brazos a la cocina y cuando llegamos a esta, Alexis dijo mirándome a los ojos

-¿Podemos salir al jardín que tengo calor?

-Sí, pero vamos a por una manta para que no nos enfriémos demasiado

La manta estaba en el sofá de la noche anterior, así que la cogí con la mano que me quedaba libre y se la coloqué a Alexis por encima de la espalda. Salimos al jardín y me senté con ella encima en unos de los columpios. Sin despegar los pies del suelo, empezé a balancearme lentamente viendo como Alexis volvía a dormirse. Puso su cabeza en mi pecho notando como su frente estaba ardiendo. La volví a meter a la casa y la tumbé en el sofá cubriéndola con la manta. Le toqué la frente, comprobando así, que efectivamente estaba súper caliente. Subí a ver a Rick para decirle que Alexis tenía fiebre pero no lo encontré por ningún lado. De repente, escuché un ruido que venía del altillo. Subí con cuidado y me encontré a Rick sacando cosas del baúl

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