Los rayos de sol entraron por la ventana, despertándome de mi sueño. Cuando intenté incorporarme para ver la hora, noté una mano sobre mi cadera. Al principio me asusté pero luego me di cuenta de que era Rick. Dormía plácidamente acurrucado en mi espalda. No me acostumbraba a dormir en la misma cama con él. Intenté levantarme con cuidado para no despertarlo, pero fue inútil
-Buenos días cariño- dijo mientras se estiraba
-Buenos días- dije de pie al lado de la cama sonriendo
-¿Adónde vas tan temprano? Solo son las ocho
-A ninguna parte, solo me he despertado y he pensado en preparar el desayuno
-Bueno pues como es tu día libre y no tienes nada que hacer puedes quedarte un rato más en la cama- se incorporó y me arrastró cogiéndome de la cadera arrastrándome hacia él
-Creo que sí que puedo- me coloqué de rodillas en la cama a su lado quedando por encima de su cabeza. Nos besámos lentamente. Agarré su mentón con una mano y con la otra entrelazaba mis dedos en su corto pelo. Él agarró mi trasero con una mano mientras que la otra reposaba en mi nuca
Comenzamos a deshacernos de nuestro pijama que ya comenzaba a molestar. Le ayudé con su camiseta sin dejar de besarle, esta vez más apasionadamente. Él me quitó la camiseta despacio descubriendo que yo no llevaba sujetador. Acarició mis pechos lentamente. Arquée mi cuerpo hacia atrás soltando un pequeño gemido. Me tumbó sobre el colchón cuidadosamente comenzando a deshacerse de mis pantalones
Me quedé sentada enfrente de él besándole y acariciando sus abdominales. Se deshizo de sus pantalones quedando solamente con sus bóxers y yo con mis braguitas. Se tumbó encima de mí. Me besaba en el cuello haciendo que me agarrase a su espalda más fuerte. Metí mi mano entre la goma de sus bóxers y acaricié su miembro haciendo que Rick emitiese un gemido ronco. Él comenzó a deslizar mis braguitas por las piernas. Se apartó de mí y empezó a besar todo mi cuerpo. Arqueé mi espalda hacia arriba cuando noté su erección entre mis piernas. Tiré de sus bóxers hasta quitarselos. Mordisquée el lóbulo de su oreja
Solo estabamos empezando y todo lo que me hacía sentir era inexplicable. Me estaba volviendo loca
-Rick...Ahora por favor...- dije con la voz entrecortada debido a la excitación
Sentí como entraba dentro de mí poco a poco. Nuestros cuerpos encajaron como un puzzle. Me aferré a su espalda soltando un pequeño gritito. Él apenas podía respirar. Enrrosqué mis piernas a su trasero
-Kate...
-Rick...No puedo...Más
Llegamos al clímax quedándonos en esa postura unos minutos besándonos. Nos tumbamos boca arriba sobre el colchón tapados con la sábana intentando acompasar nuestras respiraciones agitadas por el placer
-Dios Kate, me vuelves loco
Solté una pequeña risita haciendo círculos en su pecho. Se incorporó besándo mi cabeza. Yo le devolví el beso pero en el mentón. Repase el contorno de sus ojos, de su nariz, sintiendo la suave textura de sus labios en mis dedos. Le dí un beso en la nariz y volví a apoyar mi cabeza en él
-Deberíamos levantarnos, Alexis estará a punto de despertarse
-Un ratito más, que me has dejado muerto
-Vale. Pero solo cinco minutos- dije sintiendo como mis párpados se cerraban de nuevo
Nos quedamos dormidos al instante. En vez de cinco minutos fue una hora. Escuché unos pasitos que se acercaban a nuestro dormitorio. Pensé en Alexis pero Lex nunca se iba al dormitorio cuando despertaba antes que nosotros, se quedaba viendo la tele en el salón
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Always
Fiksi PenggemarCastle sufre una pérdida de un ser querido. A partir de ahí, empieza a ayudar en casos de homicidios con la inspectora Kate Beckett. Cuando al fin salen juntos, un acontecmiento puede dar un giro a su relación. ¿Sobrevivirá la relación entre ellos d...