Finalicé la llamada, después de haber escuchado la seguridad en tu voz
sabía que era hora de encontrarme contigo,
llegué al lugar, sin pensar que estabas esperando por mí,
después de unos pasos te encontré a metros de distancia.
Me habías dicho que no lucías en persona como en tus fotografías,
tenías razón, en persona eres aún más hermosa.
Caminé, nunca me di la oportunidad de sentir vergüenza en mi vida,
pero estando tan cerca de ti, me amenazaron mis nervios.
Mis manos temblando, mi piel transpirando, un nudo en mi garganta,
todo desapareció al sentir la calidez de tu cuerpo al sentarme a tu lado,
el sonido de tu voz transmitiéndome comodidad, felicidad,
hubiera detenido el tiempo en ese momento, en ese lugar.