Treinta y uno.~

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Miércoles.


Cuando llego a la escuela, siento que algunos chicos de mi salón me miran raro.

Camino y busco a mis amigos para preguntar qué ha pasado.

- Eres un cerdo. 

A mi lado, está la amiga de mi novia.

La mira enarcando una ceja - ¿A qué se debe tú insulto?

Niega con la cabeza entrecerrando los ojos y se marcha.

Veo a unos de los chicos y antes de que le pregunte algo, dice: - Ve a la dirección.


***

Cuando entro a la oficina de la directora, veo a la pelirroja sentada con una silla, con el cabello enmarañado, su labio roto y múltiples rasguños en su cara.

- Oh, dios. Cariño, ¿estás bien? - me acerco a ella, beso su frente y me arrodillo frente a ella.

- Deberías preguntarle éso a tu novia. - dice apuntando con su mentón a un lado de la sala.

Mi corazón se acelera y miro donde ella apuntó. Mi corazón deja de latir un segundo cuando la veo sentada con el cabello desordenado, el labio roto y el pómulo hinchado.

- Eres un maldito cerdo. Eres horrible, repugnante... - sus ojos se cristalizaron- no sé cuando fue que me fijé en alguien como tú... Dios, me arrepiento tanto. 

De sus ojos salían lágrimas y me sentí mal por ella... por haber jugado con ella de ésa manera.

- ¿Por qué hiciste ésto, Javier...? ¿Por qué?

No pude responder, sólo me resigné a bajar mi cabeza y lamentar lo que había hecho.

- ¿Cuánto tiempo... cuánto tiempo llevan...? 

Levanté mi cabeza y la miré. Negué con mi cabeza.

- Dime, es lo mínimo que merezco.

- Casi dos meses... 

Ella negó con la cabeza y más lágrimas salieron de sus ojos.

En ése momento la directora salió de su oficina y me pidió que me marchara.

Acepté a regañadientes y lo último que vi fue que ambas entraron a la oficina seguida de la directora.


La Chica Del Cabello Rojo. ~ {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora