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"Vegetta777:

Tienes razón. Nunca nadie me dejó decir cómo me sentía... nunca nadie me dejó hablar de mis sentimientos... daban por hecho que me sentía bien y que ya me estaba recuperando, así que nadie vino a mí para probar lo contrario.

Cuando nos enteramos de la muerte de tus padres, yo intenté ser fuerte por ti. Sabía que tenía que ser fuerte por ambos, para poder sobrellevar todo lo que estaba pasando y, por un momento creí que estaba funcionando pero... todo se me fue de las manos.

Después de unas semanas la depresión apareció y recuerdo que llorabas por todo... y tú siempre has odiado llorar frente a los demás.

Al principio fue leve, pero después se puso peor... yo.. simplemente no podía soportar todo aquello. Me sentía impotente, torpe, inútil... porque, hiciera lo que hiciera, ni tus padres ni tu felicidad volverían a la vida. Pero aún así nunca te dejé solo. Siempre estuve ahí para ti, aunque tú ya no me necesitaras... aunque tú ya no me quisieras a tu lado.

Nunca te dejé solo.

Poco a poco me alejaste... poco a poco te fuiste hundiendo. Fue ahí que le pedí ayuda a Frank, pero él muy poco pudo hacer. Hiciéramos lo que hiciéramos, nada te iba a salvar, porque tú no querías ser ayudado.

Y luego llegó ese día... el día que te fuiste.

Me gritaste, me miraste mal... me pediste de la peor manera que saliera de tu habitación...y yo no pude evitar pensar que eso era una simple indirecta para que saliera de tu vida.

Aún así, te dije que te amaba y que eso nunca iba a cambiar.

Te diré algo que tal vez nunca nadie te dijo. Hay que valorar el esfuerzo que hace alguien por querernos... aún cuando somos una mierda.

"Mereces a alguien que te cuide, te proteja", decías en tu última carta. No, grandísimo inútil, yo no necesitaba que alguien me protegiera... lo podía hacer por mí mismo. Lo que necesitaba era a alguien que me amara, que estuviera conmigo siempre... así como lo hice yo contigo.

"No mereces tener que lidiar con una persona como yo". No, no lo merecía... pero quería hacerlo. ¡Quería hacerlo, maldita sea! Quería cuidar de ti, quería salvar tu mente, tu corazón... quería a mi Samuel de vuelta.

"Quiero que seas feliz". Yo era feliz contigo... pero el día que te fuiste, me arrebataste la felicidad.

Al perderte yo a ti, ambos perdimos; yo, porque tú eras lo que yo más amaba... y tú, porque yo era el que te amaba más.

Sabes que siempre tuve insomnio o pesadillas, pero durante ese año en particular todo aumentaba por momentos. Pero, ¿sabes qué fue lo peor? Que ya no tenía a nadie a quien llamar a mitad de la noche para que me contara historias hasta que me quedara dormido.

Había días en los que sólo despertaba para hablar contigo, saber de ti... para que hicieras de mi vida un poquito más bonita.

No sabes lo feo que se siente llegar a casa y no tener a nadie para hablarle de tu día.

Con el paso del tiempo me fui convirtiendo en lo que siempre odié... estaba con chicos y chicas porque sí... me estaba perdiendo entre tanta gente, y no estabas tú para encontrarme.

Al final me di cuenta de que tenía que ser fuerte. Si había sido fuerte por ti, podía ser fuerte por mí. Al fin y al cabo ser fuerte fue la única opción que me quedaba.

Por un tiempo estuve visitando a la abuela todos los fines de semana. Ella siempre sabía como hacerme sentir mejor, tenía siempre las palabras exactas para mí. Ahora entiendo porqué tú siempre me hacías sonreír...

Dejé de ir aproximadamente dos semanas después de tu primera llamada. No quería tener que ver su rostro las veces que yo preguntaba por ti o si tú habías preguntado por mí... no quería volver a sentirme de ese modo.

Dejé de salir, dejé de sentirme bien en mi piel... me hundí, así como tú lo hiciste tiempo atrás. Luego llegó Carlos y, él hizo que todo este proceso fuera menos doloroso de sobrellevar. Frank también estuvo ahí para mí, al igual que Claudia. Estoy muy agradecido con ellos por eso.

Aunque, después de tanto tiempo, sigo sin poder comprender lo que pasa. Siempre estuve ahí para ti, apoyándote en todo... siempre estuve de tu lado, estuvieras mal o no.

Antes de que todo lo malo pasara, antes de siquiera plantearnos la idea de conocer a tus padres, antes de todo... tú decías que me amabas, y yo decía que te amaba más... ¿qué fur lo que pasó?

De pronto, lo que teníamos se fue... pero yo sé que tú sentías lo mismo que yo. Yo sé que me extrañabas tanto como yo a ti.

Durante todo este tiempo sin ti aprendí que la felicidad no es tan ambigua.

Cuando volviste me di cuenta de que seguimos teniendo lo que teníamos antes... sé cuando te encuentras mal sin tener que decir nada, lo veo en tu mirada.

Yo te doy la oportunidad de regresar... pero tú dame la oportunidad de cuidar de ti, de arreglar tu corazón. Quítate ese chaleco anti alas, y te bajo el cielo desde un vuelo sin escalas. Que sepas que siempre estaré en las malas, cuando tu oscuridad necesite una bengala.

Solíamos ser inseparables, solías pensar que yo era irremplazable... ahora sé que podemos tener eso de nuevo. Y, aunque todavía me duele en el alma, sé que podemos ser todo lo que un día fuimos... podemos amarnos como lo solíamos hacer.

¿Cómo me siento ahora que estás aquí? Me siento como si volara... me siento en las nubes.

Te amo, Samuel.

—Guille".

Samuel dejó de leer y miró a Guillermo a los ojos. Ambos estaban hechos un mar de lágrimas...

Pide que me quede esta noche... o dime "te necesito" —pidió Samuel con un hilo de voz—. Y en un instante breve te concedo el infinito.

Vegetta777 | wigetta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora