063

3.2K 445 126
                                    

| Epílogo |

—¡Samuel! —gritó Guillermo desde el auto—. ¿¡Samuel, donde leches estás!? Ay, es que es un inútil. ¡Samuel!

—¡Aquí estoy! ¡Ya voy, ya voy! —gritó Samuel saliendo de la casa.

—¿Dónde leches te metes, macho? —preguntó el menor—. Ayúdame con estas cajas que pesan un huevo.

—Estaba revisando la habitación de... —dijo, pero Guillermo lo interrumpió.

—Sí, sí, sí... Llévate esto, por favor —dijo. Samuel se acercó y tomó la caja—. Son las cosas para Zeus.

—Entendido y anotado, mi amor —dijo con una sonrisa para después desaparecer por la puerta de entrada.

—¿Cómo os va, vecino? —preguntó Claudia desde detrás.

—Bien, ya casi terminamos, vecina —respondió Guille con una sonrisa—. ¿Y cómo va este pequeñín? —dijo, señalando el abultado vientre de la chica.

—Tú eres el padre, tú dime —respondió ella.

—En verdad agradezco lo que estás haciendo por nosotros —dijo.

—Sois mis amigos, tonto —dijo Claudia—. Además, sé que seréis buenos padres.

—¡Eh tú! Cara plástico —gritó Frank desde la puerta de la casa—. Deja ya de cotillear y ven a ayudar.

Guillermo y Claudia comenzaron a reír por lo que Frank había dicho.

—Amor, déjalo estar —pidió Claudia—. ¿No ves que está en cinta?

—Con vosotros dos no se puede, en serio —dijo Frank riendo.

—¿Quieres ver la habitación de Zeus? —preguntó Guille.

—Sí, sí.

Claudia entrelazó su brazo con el de Guillermo y caminaron juntos por el jardín, hasta entrar a la casa.

Vegetta777 | wigetta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora