Capítulo 5

568 49 9
                                    


Capítulo 5

_ No entiendo nada Andrea –irritándose-sino me amaba porque no me lo dijo de frente ella me traicionó y no sé si algún día pueda perdonarle eso –contesto él- además no tenemos nada que solucionar Victoria está casada y yo –suspiro- yo me casare en tres meses con Kimberly

_ Tú no te puedes casar Heriberto- Hablo Andrea irritada- no te puedes casar con esa mujer antes tienes que saber la verdad vamos al congreso serán 3 o 4 Semanas yo te ayudaré hablar con Victoria te juro que desde ahí tanto para ti como para Victoria les cambiara la vida radicalmente

_ estoy inscrito desde que regrese a México -dándole sus tarjetas- me puedes encontrar aquí antes de irme respóndeme algo Según tu porque no me puedo casar Respóndeme

_Porque ustedes dos fueron engañados y Fernanda –siendo interrumpida por Heriberto

_ ¿Engañados? ¿Qué tiene que ver Fernanda con nosotros? Respóndeme ya Andrea déjate de Rodeos

_ No es fácil ¡Entiende! Victoria es mi hermana y prometí jamás hablar de esto –dijo Andrea con angustia- pero está Bien te lo diré

_ Te haré una pregunta y quiero me respondas con toda sinceridad ¿Fernanda es mi hija? –Pregunto enarcando las cejas – Respóndeme Andrea ¿por qué te quedas callada?

>> Flash Back <<

Victoria corrió detrás de Heriberto por los pasillos de la UNAM y le cubrió los ojos, en ese juego tan común en ella—Amor, tengo que decirte algo sumamente importante—aviso contenta.

_Yo también amor—aunque él no parecía compartir la misma alegría que su novia, es más suspiro con dificultad—Vamos a almorzar y te digo.

_Está bien.

Restaurant Casa Real

Heriberto le abrió la silla a su novia en un acto de caballerosidad.

_Gracias—dijo ella, y apenas él se sentó le tomo las manos, la expresión que traía en el rostro la preocupaba--¿Y bien que me ibas a decir?

_No mi vida, habla tú primero—para calmar el clima le deposito un beso en cada mano.

_Lo mío puede esperar, dime tú que te pasa.

_Me dieron una beca en Estados Unidos—soltó Heriberto

Victoria se tensó--¿Cómo?—formulo la palabra como pudo. Esa tendría que ser una notica maravillosa pero para ella no resultaba tan así.

_Sabes que ese siempre ha sido el sueño de ambos, pero si tú me lo pides yo no voy—confeso mirándola a los ojos.

_...Papá está pasando por momentos difíciles en la empresa. No podría acompañarte en estos momentos...--bajo la mirada—Y no, claro que no te pediré eso. Jamás te pediría algo semejante— suspiro—Cuando sé que ha sido tu sueño y por lo que tanto has soñado estudiar en Harvard. _No Victoria no me pidas esto—le agarro las manos con más fuerza, los ojos se le pusieron cristalinos—No puedo y no quiero perderte.

Ella le dedico una sonrisa, le dio pena—No lo harás, estaremos en contacto y cuando tenga la posibilidad yo te alcanzare en Estados Unidos. Promete por el amor que me tienes que no te quedaras. Tienes que ir a cumplir uno de tus sueños más anhelados—le mostro el anillo—Nada nos separará, estamos comprometidos.

_Mi amor...

_Prométemelo—rogo Victoria

_No me pidas eso ¡Por favor!—unas lágrimas se le escaparon, ver llorar a un hombre era lo más conmovedor—Yo te amo Victoria.

Traición de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora