1.- Uno más a la lista de los renegados: La Kunoichi renegada.

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En algún momento de mi vida fui subordinada de Orochimaru-kun, un ninja perverso de la aldea de la hoja. En parte le agradezco, ya que gracias a él aprendí la mayoría de los jutsus que ahora sé. Pero cuando me di cuenta que sólo me utilizaba para beneficio propio, rompi todos los lazos con él. Él mató al antiguo Kazekage y todos los shinobi de la aldea de la arena tenemos la orden de matarlo cuando lo viéramos.

No sé como fue que el nuevo Kazekage se enteró que en algún momento me relacioné con Orochimaru-kun. Todos en la aldea empezaron a rumorear que en complicidad con él, matamos al Kazekage, así que, mando a los ANBU tras mi y tuve que huir. Convirtiéndome en uno más de los renegados de la aldea de la arena.

Iba corriendo por el bosque y sentía que los ANBU se acercaban, así que, corrí más rápido. Muchos en la aldea decían que corría demasiado rápido y que gracias a mis grandes habilididades con los jutsus, y como ninja médico, podría llegar a ser Kazekage. Pero eso no será posible ya que ahora soy renegado.

Perdí a los ANBU y seguí saltando de árbol en árbol. Me detuve un rato y me senté sobre una roca, mientras miraba mi banda la cual ahora tiene una raya. Al ver mi banda, unas lágrimas corrieron por mis mejillas, ya que recordé a mi madre antes de morir....

[Itzuki-chan!, prométeme que nunca abandonarás la aldea y que te esforzarás para llegar a ser la mejor kunoichi. -dijo tomando mis mejillas.

Te lo prometo, madre, algún día llegaré a ser Kazekage. -dije tomando su mano.

—En el lugar donde esté, siempre estaré orgullosa de ti. -dijo y sus ojos se fueron cerrando lentamente.....]

—Lo siento madre, te he fallado. Te prometí llegar a ser Kazekage pero eso ya no será posible. Prometí nunca abandonar la aldea, pero tuve que huir, ni siquiera pude explicar que yo no tuve que ver nada con la muerte del Kazekage. Enserio lo siento. -dije. Me limpié las lágrimas y me coloque la banda en el cuello.

Seguí caminado y llegué a una tienda de bolitas. Entré al lugar y estaban dos personas ahí. Por sus vestimentas noté que son parte de Akatsuki, una organización de ninjas perversos de distintas aldeas. Me senté y los observe por un momento. Miré la banda que trae en la frente uno de ellos. Al parecer es renegado de la aldea de la roca. Después de unos minutos llegó una chica para atenderme.

—Traeme una orden de Dangos, por favor. -dije.

—Claro que si, en seguida. -dijo y después de unos minutos volvió. Aquí tienes tus dangos. -dijo y dejó el plato en la mesa.

—Arigato. -dije.

Comencé a comer. Después de un tiempo los dos chicos pagaron y se levantaron de la mesa. Casi terminaba mis dangos pero desidi seguir a los dos Akatsuki. Dejé el dinero sobre la mesa y salí tras ellos sin que se dieran cuenta.

Fueron saltando de árbol en árbol, y yo tras ellos. Después de un tiempo se detuvieron en un tronco.

—¡Oiga, Deidara-sempai! No sé pero siento como si alguien nos estuviera siguiendo. -dijo él tipo de la máscara naranja.

—Mmm yo no siento alguna presencia extraña, Tobi, pero hay que estar atentos. -dijo él rubio.

—Entendido sempai. -dijo.

Continuaron saltando y dejé que se alejaran un poco para seguir. Luego de un rato continúe. Pero ya no los sentí saltando así que me detuve.

—¡Vaya! Creo que esos dos se alejaron demasiado. ¡Byakugan! -dije para utilizar mi Byakugan y ver unos metros adelante.

Noté que un Kunai venía en dirección a mi, y lo esquive sin problema. Después saqué dos Kunai y tres shuriken.

—Quien seas, muestrate ahora. -dije. Hice como si no supiese quien era, pero gracias a mi Byakugan puedo ver que son eso dos.

—¿Quién eres y porque nos estas siguiendo? -dijo el rubio apuntándome con un Kunai.

—Se caballero y di tu nombre primero. -dije.

—Yo no me ando con formalidades, ¿Quién eres? -dijo. Y detrás de un árbol estaba oculto el de máscara naranja.

—Bien. Soy Itzuki Akeno de la aldea de la arena. -dije. ¿Y ustedes quienes son? -pregunte.

—Mmmm Así que tu eres la famosa Itzuki Akeno-chan de la aldea de la arena. La Kunoichi maestra en jutsus. -dijo el rubio.

—Vaya, soy famosa. Pero no respondiste a mi pregunta. -dije.

—No estoy obligado a responder. -dijo.

Luego de eso salió el de máscara y me llegó por detrás, sujetándome y apuntándome con un Kunai en el cuello. Para librarme use un jutsu de sustitución y me trepe en un árbol. Me dio risa mirar sus caras viendo la arena por la que me sustituí.

—¿SUSTITUCIÓN? -grito el rubio.

—Jajaja, creo que olvidaste que soy la maestra en jutsus. -dije.

—Bien, hagámoslo Tobi. -dijo y los dos me atacaron.

—Tobi acabará con esto en un segundo. -dijo.

—¡Posesión de sombra no jutsu! -dije y en unos segundos me apodere de esos dos. Vaya, esto es muy fácil para mi.

—¿Qué? ¿Posesión de sombra? No puede ser. -dijo el rubio.

—¿Por qué me atacan si no les he hecho nada? -pregunte. ¡Rayos!, ya no me queda mucho chakra y si mantego el jutsu por mucho tiempo me agotaré más.

—No estoy obligado a responder. -dijo el rubio.

—Respondan ó esto se va a poner feo. -dije.

—Tobi no dirá nada. -dijo el de máscara.

—Entonces haré que Tobi hable. -dije.

No pude decir ni hacer más, alguien me llegó por detrás haciendo que cayera. ¿Cómo es qué no pude notarlo?...

La Chica Akatsuki. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora