38.- Muerte fingida.

453 33 12
                                    

Luego de que Pain-sama me asignara la misión de hoy, iría directamente a la habitación de Deidara-kun para avisarle sobre nuestra tarea pero me lo tope al salir.

—Tenemos trabajo -dije con flojera.

—¿A dónde iremos y a qué? -preguntó.

—Tenemos que verificar el perímetro en donde será el encuentro con el Hokage. Debemos asegurarnos de que no hayan ANBU de Konoha por ahí -expliqué —Iré por mis armas -fui a mi habitación a alistar todo.
Cuando salí de mi habitación, caminé hacia la salida y me encontré a Deidara-kun en la entrada.

—Vámonos -ordené como si estuviese a cargo —... ¡Alto! ¿Sí eres Deidara-kun, no? -pregunté mirándolo con los ojos entrecerrados.

—Por supuesto que soy Deidara -respondió.

—Mmmm te haré un par de preguntas que sólo el verdadero Deidara-kun sabría -me miró raro —¿Qué pasó con Tobi-kun esta mañana? -pregunté.

—Hmm! Casi lo vuelo en pedazos pero me detuviste -respondió.

—Con eso basta -continué caminando.

—¿Por qué preguntaste eso? -preguntó.

—Por curiosidad -respondí mientras seguía caminado.

—¿Curiosidad?... ¡Mentirosa! -musitó.

—¿Qué dijiste? -exclamé.

—Que eres una mentirosa, no preguntaste por curiosidad -articuló —.... De casualidad escuché que no querías misiones con Itachi, ¿por qué? -preguntó.

—Bien, te contaré... Supongo que has de saber sobre la relación que tuve hace tiempo con Itachi-kun, ¿no? Bueno, todo terminó mal y por eso me fui. Pain-sama me pidió volver a la organización y la condición que puse para hacerlo fue que no quería misiones con él pero no lo respetaron; en una ocasión me enviaron a Konoha con él disfrazado de ti -conté.

—¿¡Qué, Disfrazado de mi!? -voceó.

—Sí -afirme —Pero me di cuenta cuando ya estamos allá, de lo contrario no hubiera ido -expresé.

—¿Y por qué tanta insistencia en enviarte con él? Digo, nos pueden enviar a Sasori o a mi -preguntó.

—Según Pain-sama, Itachi-kun y yo somos buen equipo -me detuve ya que estábamos cerca del lugar donde iríamos —A partir de aquí debemos seguir con cuidado, puede que haya ANBU custodiando un mayor perímetro del que tenemos pensado y eso puede ocasionar una batalla y la verdad no tengo ganas de pelear -argumente.

Continuamos sigilosamente hasta dicho lugar.

—¡Espera! -dije en un susurro.

—¿Qué pasa? -preguntó Deidara-kun algo confundido.

—Alguien nos está siguiendo -musité y me gire hacía un arbusto que se hallaba entre dos árboles —¡Sal de ahí! -ordené mientras lanzaba un kunai al arbusto.

La persona que se ocultaba detrás de los arbustos hizo caso omiso a lo que dije y continuó ahí.

—Sal de ahí ahora sino quieres que esto se ponga feo -dije en un tono amenazante.

—Yo me encargo de esto -sacó un poco de su arcilla explosiva y formó un pequeño pájaro. Lo lanzó hacía el arbusto y lo hizo explotar —¡Katsu! -gritó antes de hacerla explotar.

El sujeto pudo evitar la explosión pero no tuvo más que mostrarse. Por la forma de su cuerpo pude notar que se trata de una chica. Estaba completamente cubierta de la cara pero era obvio que no se trataba de un ANBU de Konoha debido a que no era una máscara lo que cubría su rostro, sino una especie de tela color azul.

—¿Quién eres y que es lo que quieres? -pregunté sin obtener respuesta alguna de su parte.

—Mmmh Al parecer tendré que usar más arcilla -esta vez le lanzó arcilla en forma de arañas. Ella las esquivo pero se vio algo torpe al hacerlo. No sé porque pero tengo la impresión de haber visto esto antes.

De la nada comenzó a atacarme lanzándome kunai y shuriken a diestra y siniestra, tal parece que tiene rencor hacía mi pero no comprendo el porqué.

No tuve otra opción más que contraatacar. Usé jutsus de fuego, luego ataques de arena y Deidara-kun ayudaba con bombas. Sin embargo, esta tipa tiene suerte para esquivar las bombas. Me gustaría saber quien diablos es esta persona.

—¡Que idiota! -me detuve y Deidara-kun me miró raro.

—¿Qué pasa? -preguntó.

—¿¡Cómo no se me ocurrió usar mi Byakugan desde antes para saber quién es la chica!? -dije en voz baja y active mi Byakugan para descubrir su rostro —¡No puede ser! -exclamé. De la impresión me caí se senton.

—¿Qué pasa?... ¿Quién es? -preguntó Deidara-kun confundido.

—E.. es... ¡Es Akira! -respondí trabándome de la impresión.

—¿Akira?... ¿No se supone que estaba muerta? -preguntó confundido.

—Eso creía también -respondí y me levanté del suelo. Estaba un poco en shock —¡Sé que eres tú, Akira-chan! -dije y ella se quitó la tela de la cara.

—¡Oh! Creí que no me reconocerías, Itzuki-sempai -dijo en un tono de superioridad.

—¿No se supone que ya estabas muerta? -exclamé realmente confundida.

—Eso es lo que les hice creer a todos -replicó.

—¿Por que lo hiciste? -pregunté.

—Eso es algo que no te incumbe -respondió arrogante.

—¡Bah'! Me da igual. El punto aquí es que me atacaste con odio ¿qué te hice? -levanté más mi tono de voz.

—¿Acaso no recuerdas? -dijo levantando una ceja.

—¿Recordar qué? -crucé los brazos.

—Me di cuenta de que Itachi-kun sólo anduvo conmigo para darte celos a ti.... -interrumpí.

—¡A ver! Yo no tengo nada que ver con eso. Sí el te usó es muy su problema, no el mio -rió sin motivo alguno.

—Bueno al parecer tengo oportunidad con él, ¿no? Digo, ahora andas zorreando con Deidara-kun -enunció con una sonrisita burlona.

—Eres una... -me lance hacía ella y le conecté las 64 palmas. Técnica que es originaria del clan Hyuga de Konoha —¡Ja! Tal parece que sigues siendo la misma niña mediocre de siempre -dije algo arrogante.

—He mejorado bastante -escupió sangre.

—Sí, se nota -dije sarcástica.

—Volveré a Akatsuki -parloteo.

—¿Realmente crees que te dejaré hacerlo, baka? -expresé.

—Ya te lo dije, he mejorado bastante. Hasta podría decir que estamos al mismo nivel -emitió arrogante.

—¿Mismo nivel? ¡Ja!... ¿Cuándo te volviste tan arrogante, niña? Tal parece que fingir estar muerta te afectó la cabeza -reí sarcástica —Sé más jutsus de los que tu podrías aprender en toda tu asquerosa vida -dije arrogante.

—Nadie puede aprender tantos jutsus -replicó.

—¡Ja! -sólo emití eso y procedí a realizar un Jutsu. La encerré en un ataúd de arena, dispuesta a matarla.

Me hizo enojar tanto que no estaba pensando claro. Pero me detuve antes de aplastarla.

—¿Por qué no lo haces? -preguntó Deidara-kun.

—No quiero matar a una persona -respondí exaltada por lo que iba a hacer.

—Bien, yo lo haré -se escuchó una explosión proveniente de donde se hallaba Akira-chan.

—¿Cómo hiciste eso? -pregunté impactada.

—Deje arcilla en su ropa -respondió.

Perdón por tardar tanto en actualizar pero ya no tenia ideas para la historia. No actualizo desde hace meses pero como leí su comentarios pidiendo que siguiera, lo haré. Gracias por leer. ❤

La Chica Akatsuki. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora