Capitulo 4: Unas cuantas lágrimas

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Llego a mi casa y me dirijo a la cocina no encuentro a mi madre pero en lugar de ella una nota en el refrigerador

"Sali un momento al supermercado vuelvo pronto
Te ama mamá"

Deje la nota en la mesa y fui hacía las escaleras llegue a mi habitación y me duche nuevamente. Salí y me coloque algo un poco más cómodo un leagins con una franela azul cielo, saque una maleta de mi clóset que me regaló mi padre hace muchos años. Guardo más de la mitad de mi guardarropa y solo deje como cinco conjuntos. Mi maleta estaba repleta, ya cuando iba terminando veo una caja y mi corazón se paro.

Me levante y la cogí, creí que ya no existía o por lo menos no en mi habitación. La abro contenía todas las cartas de mi primer y segundo novio y las más importante las de mi padre.

Unas cuantas lágrimas se hicieron presente al empezar a leer las promesas que mi padre me hizo cuando nos dejo. Nada absolutamente nada de lo que estaba escrito se cumplió, me sentí como una completa idiota al recordar que yo le creí, claro como una niña de 9 años es era inocente.

Y aún peor me sentí cuando me di cuenta que estaba llorando por alguien que me dejó y que no le importo para nada.

A causa de mi padre los noviazgo que tuve fueron patéticos, pues yo no confiaba mi confío en los hombres.

Me seque las lágrimas que recorrerían en mis mejillas, al escuchar la puerta principal y un grito de mi madre

- Hija llegue.

- Ahorita bajo ma'

Él Camino Hacia Mi DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora