Me desangro con cada verso,
Me siento idiota como quien abre la carta,
Cuando lo importante está en el reverso.
Cambié cuchillos por bolis,
Cortes por poemas,
Estoy soltando bilis,
Solo versos tristes desembocan.
Que le voy a hacer si la única sonrisa que me llena es la que sale de tu boca.
Añoro tiempos de oro y me divierto jugando con la muerte,
Es lo que mantiene viva,
A una alma inerte.
Pues no sé que es peor;
Si verte,
O recordarte,
Continúa horrorizada esta alma cobarde,
Que no se atreve a ver la luz del día,
Por miedo a que los rayos la condenen de por vida
El único tacto que siento es el mío el cual detesto,
Uno no puede juzgar los actos de nadie si no conoce el contexto,
Si conoce el pretexto peca de ciego,
Si no lo conoce lo hace de experto.
