Cada Quien A Su Manera

Un paso nuevo

Empiezo a pensar en que el mitote que empezó Uriel hace algunas semanas  puede ser cierto , nos enviamos mensajes por las noches y antes de irnos a la escuela , es extraño pensar en que cada que suena una notificación de mensaje se me revuelve el estómago , me dan unos nervios , como cuando voy a presentar un examen , me gusta esa sensación y pensar que él también podría sentirla.

-Buenos días linda- me escribió en el mensaje de esta mañana- espero que hayas amanecido muy bien , me iré temprano. Debo pasar a hacer algo a la casa de Carlos -(un compañero , el más guapo de la clase por cierto)- ya quiero verte , nos vemos allá , besos -.

No le contesté nada porque ya se había ido. Pero no tomé importancia , me arreglé. Tomé mi teléfono otra vez y lo vi en línea. ¿No se había ido? Bueno , tal vez dejó su teléfono encendido y por eso parecía en línea.

-Hola Gaby- me dijo Carlos como todos los días ya estando en la escuela.

-Hola Carlos , ¿no venía contigo Uriel?- le pregunté confusa.

-Sí , pero llegó a la tienda , no te preocupes , no tarda en llegar.

Tocó el timbre. Él no había llegado. Me empecé a preocupar , hasta que lo vi pasar por la ventana como la primera vez. Dios , era tan perfecto , todos sus defectos lo hacían perfecto , pero no era en lo que debía pensar , sino ¿en dónde estaba?. Estando fuera de la puerta de la profesora Celia preguntó :
-Buenos días maestra , perdón por el retraso , ¿puedo pasar?

-¿A qué se debe su impuntualidad señor Martínez?

-Llegué a la tienda por esto- sacó una flor y una caja como de regalo pequeña- no medí muy bien el tiempo y se me ha hecho tarde.

-Debo suponer que esto no es para mí , ¿o sí?

-Disculpe maestra , está en lo correcto , es para una compañera de este salón.

Inició la bulla y me volteaban a ver todos. ¡Era la primera vez que me ponía roja como tomate! Fue la peor chiveada que me pudo haber pasado.

-¿Por qué me miran a mí?- pregunté apenada- ¿Por qué estan tan seguros de que soy yo?

Todos se rieron y yo seguía chiveada. Se acercó Uriel , hoy olía diferente. Perfumado y arreglado , se veía todo un caballero.

-Tengo que decirte algo en el descanso-me dijo.

-¿Estás seguro?-pregunté aún con un pequeño de color en mis mejillas.

-Estoy muy seguro.

Durante las cuatro primeras horas no podía dejar de pensar en lo que tendría que decirme.

¿Qué tal si me pedía consejos para enamorar a alguien más? O peor , ¿Qué tal si estaba preparado para hacerme a mí la pregunta? Tal vez me daba miedo , que yo ya estuviera preparada para esta pregunta.

Sonó el timbre y salí huyendo , no lo vi para nada en el descanso , me la pasé hablando con mis amigas de él , hablábamos cosas de él y era raro porque para ellas él era basura , y comentaban que él y yo hacíamos bonita pareja , sonreí , entramos al salón por nuestras mochilas y en mi mesabanco estaba la flor con la que había entrado al salón de la profesora Celia , había un papelito escrito en él que decía: "una flor es el detalle más simple y mas hermoso a la vez".

No sé si cometí el error de huir , y no decirle lo que en verdad siento , pero es ridículo , porque tal vez él también lo sienta , pero me da miedo , es un idiota que se la vive enamorando a mujeres y desilucionándolas día a día , ¿y por qué conmigo sería diferente? No puede ser. Soy muy ilusa. Necesito pensar las cosas. Lo evité durante las últimas tres horas.

-Oye Gaby- me dijo Uriel al sonar el último timbre.

-Perdón por lo del descanso , mis amigas debían contarme algo.

-No te preocupes , pero ¿si podemos hablar?

-Claro , pero hoy no , hoy vendrá mi mamá por mí , el lunes en el descanso , ahora sí te lo prometo-le dije porque era viernes.

Me sonrió y me dio la cajita de regalo que traía.

-Ya te dí la rosa- me dijo -toma , ábrelo en tu casa y el lunes me dices lo que piensas.

Llegando a mi casa abrí el regalo. Era una carta. Me declaraba lo que sentía en ella. No sabía si creerle , estaba impactada , ahora no debía pensar solamente en encontrar el valor de "x" en una ecuación , sino también en su respuesta.