Intentando sobrevivir | Liam Payne

1: El rencuentro

Faltaba una semana para que se cumplan 10 años desde la primera vez que vi a Liam cuando todo en mi vida se volvió más paranormal que de costumbre.

Era viernes por la noche cuando recibí una llamada de Bonnie, mi mejor amiga. Años atrás la había conocido en el colegio, la llegue a odiar como nunca odie a nadie. Me parecía una persona antipática, agrandada y envidiosa, pero con el tiempo me di cuenta que había fallado en mi opinión hacia ella, era todo lo contrario.

– ¿Qué sucede Bonnie? – pregunte

– ¿Qué sucede? ¡Es viernes! Debemos salir Abby, desde que sales con Harry ya ni te acuerdas de nuestras salidas.

– Créeme que no es por Harry que no salgo contigo.

– Entonces salgamos hoy. Carrie hará una gran fiesta, ira todo el colegio.

– Lo lamento enserio, pero no me apetece salir.

– Abby no puedes hacerme esto, he dejado a todas mis amigas de lado por ti ¿Y tú me haces esto? ¿Me cambias por tu novio? No me lo merezco – sentía el enfado en su voz y a la vez la desesperación por ir a aquella fiesta.

– Esta bien iré, pero que conste que no te he cambiado por nadie y mucho menos por Harry.

– En media hora voy por ti, no te arregles que esta noche te preparo yo – dijo colgando la llamada, podía sentir la alegría en su voz. Nunca había conocido a alguien que ame tanto la fiesta como lo hacia ella.

Me dirigí a la cocina a buscar algo para tomar, las ventanas estaban abiertas y sentía mucho frio así que decidí cerrarlas, al acercarme un papel entro por una de ellas aterrizando al lado de mis pies “7 días” decía, lo cogí atemorizada y lo destroce tirándolo a la basura – solo fue una casualidad Abby, no te alteres – pensé.

Con el susto que me había dado aquel papel se me fueron las ganas a tomar algo. Arrastre mis pies hasta llegar al sofá donde me acosté a mirar la tele esperando que llegara Bonnie. En un momento mis ojos comenzaron a cerrarse.

Me encontraba en un bosque, conocía ese bosque, era el de la cabaña a las afueras de Mystic Town. Seguí caminando hasta que en un momento pude ver esa figura, estaba de espalda pero podía reconocerlo, de repente desapareció de mi vista.

– ¿Me extrañas Abby? – susurró en mis espaldas.

Sabía que era el por lo cual no me voltee a mirar y simplemente corrí. Pero por una extraña razón allí estaba él parado delante de mí, lo que provoco que chocara con su enorme cuerpo, cayendo al suelo luego. Levante mi vista y me encontré con su rostro a centímetros del mío

– ¿Estas lista? – dijo con una sonrisa tenebrosa.

El timbre de mi casa me despertó de esa horrible pesadilla, al sentarme en el sofá toque mi rostro y pude sentir las gotas de transpiración que corrían por él.

El sueño se había sentido tan real, pero igualmente no quise tomarle importancia. Esa noche era para divertirme y alejar lo paranormal de mi vida.

Camine hasta la puerta, donde al abrirla me encontré con el rostro sonriente de Bonnie, pero al ver mi rostro el suyo cambio a horror.

– ¿Que te ha pasado Abby? – pregunto preocupada

– ¿Tan mal me veo? Solo fueron pesadillas.

– Bueno dejémoslas de lado y vamos a arreglarnos.

Fuimos a mi cuarto en donde Bonnie revolvió todo mi ropero buscando algo para aquella noche, realmente no soy de esas chicas que tienen su ropero lleno de prendas para salir, es algo lo cual no me llama la atención. Si tendría que buscar una sola palabra para describirme sería “sencilla”. Mucha gente al conocerme se lleva una impresión errónea de mi, ya que a simple vista me veo como una niña mimada de mamá y papá, la chica feliz, la de bonitos ojos color verde, flaca, y con lindo cabello. Pero realmente soy la chica la cual su madre se suicido, que dice estar bien pero nadie se da cuenta que es mentira, y la que cambiaría todo su cuerpo si pudiera.