Capítulo 3: Reed

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POV Oliver Hawk

No encuentro explicación por la que aún sigo aquí. Estoy de alguna forma eufórico y agradecido. Mi hijo, mi pequeño, ahora no tan pequeño, Reed, en lo alto de la escalera, con un smoking completamente negro.

- ¡Mamáaaaa ! ¿Está lista mi toga? ¡Oh, no! ¿Vienes con la cámara?- dice rodando sus ojos. No puedo evitar sentirme orgulloso, parece que mi pequeño termina sus estudios.

- ¡Por supuesto, cariño! ¿Realmente creíste que no atesoraría este momento en una fotografía? – responde ella con cierto tono juguetón. Le toma una foto y luego él se desliza por el pasamanos, una sonrisa aparece en mi rostro.

Los sigo por la casa, hasta que suben al coche, sin necesidad de abrir la puerta me acomodo en el asiento trasero y observo como Lara conduce por la ciudad. Llegamos al instituto donde muchas familias compartiendo este día tan especial, juntas. Siento cierto cargo de consciencia, no estar con ellos en este momento, no poder compartir esta felicidad, no ser parte de ella, pero todos sabemos que es la mejor decisión que pude haber tomado. Se ubican en sus lugares y, debido a que hay gente en las butacas, observo todo desde el pasillo; desearía estar al lado de mi compañera, sosteniendo su mano.

Con una enorme sonrisa recibe su diploma de parte del rector, mira a su madre y busca con la vista a alguien más, deduzco que no encuentra a la persona que busca o no le agrada lo que ven sus ojos, porque agacha la mirada y su sonrisa deja de ser genuina. Al finalizar, se abrazan con cariño y Lara llora de alegría, y mi muchacho trata de calmarla. Él la acompaña todo el tiempo, incluso con sus amigos, ríen, comen y brindan juntos, pero cuando ella se retira para subir al coche, Reed la abraza nuevamente y le dice:

- Aunque ella no esté ahí, estoy seguro que se encuentra bien, no te preocupes, ma. Sabes que está bien.

- No lo sé, Reed. Quisiera que ella esté con nosotros. Hace casi un año que no sabemos de ella, si no fuera por esa llamada que recibimos diciendo que estaba bien y que no la buscáramos, que cuando estuviera lista volvería, estaría revolviendo cielo y tierra por ella, como la vez que desapareció. – responde ella, con un tono de preocupación.

- Mamá, no la encontramos, porque ella es muy inteligente y no quiere que la encontremos. Ahora, cambia esa cara, que aquí tienes el primer egresado de la familia y futuro universitario.

- Lo siento, hijo. Estoy muy orgullosa de ti. Te quiero demasiado.

- Yo también, ma. – dice él.

Cuando sube al auto, no sé con quién ir, no puedo dejar a ninguno de los dos solos, pero en este momento entra en mí una nueva preocupación: ¿dónde está mi hija? ¿cómo podré encontrarla?

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++Reed en multimedia

Relativo (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora