Era ya de noche, una en la que la luna roja se hacía presente.
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Todo estaba tranquilo, no se percibía ningún ruido ni movimiento dentro de la mansión Mukami, hasta que de pronto se vio una sombra, pues al parecer estaba pasando por los oscuros corredores de la mansión.
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Finalmente, se detuvo frente a la puerta de una habitación. Apretó con más fuerza el libro que siempre llevaba consigo y luego abrió la puerta con lentitud. Se adentró sigilosamente en la habitación y se dirigió hacia la cama de la persona que yacía plácidamente ahí dormida.
La miraba con devoción mientras esta dormía, así como siempre lo había hecho, no había nada nuevo, nada que él no conociera, pero no importaba, no podía dejar de observarla por mucho que lo intentara, siempre terminaba arrastrándose hasta su habitación y la veía.
Se acercó lentamente a ella y acarició con delicadeza la mano que sostenía, con cuidado de no despertarla mientras se perdía en sus pensamientos, recordando todos esos momentos en los que había pasado con su amada Eva.
Flashback
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Aquella noche, Yui se encontraba en la habitación de Ruki, que había sido gravemente herido por los lobos que invadieron la mansión. Ella miraba fijamente hacia afuera por el gran ventanal, cuando una voz se dejó escuchar dentro de la habitación.