29.- La Reina de los Medios

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P.O.V. Richard Grayson. En su presente.

— ¿Os llevamos con Bruce? Creo que quería veros. —pregunta Clark.

Me encojo de hombros. Estaría bien pero no quiero ser una molestia. Además, ¿qué haríamos con el coche? No vamos a dejarlo aquí.

— Pero...¿el coche? ¿Lo dejamos aquí?— contesto, dubitativo.

— No te preocupes por eso, yo lo llevo. — contesta Supergirl con una gran sonrisa. — Supes puede llevaros a Bárbara y a tí.

— Te he dicho mil veces que no me llames así. —suspira Superman, quejándose.

Ella se cruza de brazos con una sonrisa divertida en su rostro.

— ¿Tengo que recordarte que te cambiaba los pañales?

Espera, ¿qué? Yo pensaba que él era el mayor. Al menos por el aspecto lo parece. Quizá se lleven unos 5 años. Ella no aparenta tener más de 25. Es más, parece recién salida de la Universidad. Él, sin embargo, debe tener unos treinta. Con el traje parece aún más joven, pero no con su ropa holgada de periodista y gafas representativas.

— Una larga historia. — añade Clark. — Además, ¿por qué siempre tienes que contar eso? — frunce ligeramente el ceño.

Ella se ríe, haciendo un gesto elevando la mano y bajando la cabeza ligeramente.

— ¡Es divertido! — exclama al salir volando con el coche sujeto con sus dos manos.

Clark sujeta la silla de ruedas de Bárbara con una y con la otra me levanta hasta dejarme en su hombro. Después levanta el vuelo.

Dios, cómo me gustan las alturas. Mis ojos recorren en paisaje, maravillados. La gente que ha visto el accidente ahora nos mira con un asombro increíble. Está claro que no se esperaban este espectáculo. Al menos estaban lo suficientemente lejos como para no haber oído la conversación.

Después de unos cinco minutos de vuelo, aterrizamos en la puerta de la Mansión Wayne, donde se encuentra Alfred Pennyworth para recibirnos.

— Bienvenido a la Mansión Wayne, señor Kent.— Alfred, tan educado como siempre, le ofrece la mano a Clark, que alza las cejas.

— Ya te he dicho muchas veces que me tutees.— contesta el otro, abrazándole.

Un fuerte ruido a nuestra espalda hace que nos sobresaltemos. Supergirl ha dejado el coche de Bárbara en el suelo. Eso sí, no sin quedarse con el guardabarros arrancado en sus manos. Su expresión refleja sorpresa y culpabilidad.

— Ups. — nos mira. — Lo siento, fallo mío.

Me llevo las manos a la cabeza. Cómo no. Bueno, supongo que en un tiempo sabrá controlarse mejor. O al menos eso espero.

Ella se acerca, se coloca al lado de su primo. No deja de mirar la Mansión, sorprendidísima. Silba en señal de admiración.

— Vaaaaaya.

— Encantado de conocerla, señorita. — le sujeta la mano y le da dos besos en ella, cortésmente. — Alfred Pennyworth, mayordomo de la familia Wayne.

Kara se ha sonrojado, no ha visto venir el saludo tan educado del bueno de Alfie.

— Kara Danvers. O Kara Zor El, como prefieras. Puedes tutearme.

— Bienvenidos a mi casa. — llega Bruce por el lado derecho de Alfred. — Os estaba esperando. Pasad, no os quedéis en la puerta.

— Ah, no se preocupe, señor Wayne. Nosotros tenemos que esperar a otra persona, y ya sabe, no creo que Batman viva en este pedazo de Mansión. — Kara vuelve a mirar el edificio con admiración.

Arrow. Batman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora