Capitulo 1: Quisiera ser libre.
Era el uno de enero de 2001 uno, lo recuerdo bien.Desperté en la casa de mis padres a las afueras de Nueva York, mi cabeza me dolía por todo lo que había bebido gracias a Año Nuevo, pude escuchar las patas de mi perra Trufa que sonaban en el pasillo. Me levante y me prepare para salir a tomar el desayuno con mis padres que ya estaban afuera en el jardín comiendo.
Mis padres me sonrieron cuando me senté a acompañarlos, mi padre William Donovan leía el periódico del día sin su infaltable café que nunca le falto según mis 23 años de vida que compartí con el, mi madre Lucinda J. Donovan revisaba sus notas en una agenda, era escritora y una muy talentosa.
—Me alegra tenerte con nosotros durante las fiestas Sarah —Dijo mi padre sonriéndome, eramos muy unidos excepto que mi hermano Jason jamas estaba con nosotros por sus largos viajes de negocios.
—Estaré con ustedes unos días antes de volver a la gran ciudad a seguir con mi trabajo.
—Sabes que no es necesario que trabajes hija.
—Will déjala, quiere valerse por si misma, ya es una adulta —Lo regaño mamá mirándolo por sobre sus lentes.
—Si pero no me siento seguro sabiendo que esta sola ahí —Al decir esto se levanto cuando la puerta que daba a la casa se abrió y un hombre de la edad de mi padre y un joven que seguramente te debería de llevarme unos tres años salieron a nuestro encuentro— Steve viejo amigo.
—Will es genial verte de nuevo, feliz año a todos ustedes —Dijo aquel hombre que se me hacia bastante familiar– La pequeña Sarah esta enorme, no la veo desde que tenía unos 6 años, dudo que le recuerdes.
—Lo lamento —Dije con una mueca y me levante para saludarlos– Sarah, es un placer.
—Un gusto verte de nuevo Steve —Sonrió mi madre cuando clavo sus ojos en mi padre de nuevo– William que traes entre manos.
—No los e presentado, el es mi hijo Christian —El nos saludo a cada uno de nosotros antes de posar su mirada sobre mi, era bastante guapo, tenia unas facciones muy lindas, unas cejas gruesas que resaltaban sus ojos plomos y un cabello liso y corto de color negro, era alto y se notaba por su sweter el cuerpo que tenia, era atractivo.
—Sarah —Dije sorprendida cuando tomo mi mano y la beso, ese gesto no se veía tanto pero era agradable. Seguramente estaba sonrojada cuando me sonrió.
—Un gusto Sarah.
El y su padre se quedaron todo ese día y nosotros poco a poco comenzamos a hablar, me contaba que venia de Inglaterra ya que vivía con su madre ahí y que al terminar la Universidad su padre lo contrato para su empresa y hace un año estaba viviendo solo en Nueva York, era arquitecto y ayudaba con los planos de los nuevos hoteles que su padre quería construir. Le gustaba andar en bote, pasear y compartir con un pequeño perro con el cual compartía el piso, era un hombre muy educado y alegre. El cielo se oscureció y el frió se nos colaba en los huesos, lo invite a que me acompañara a hacer alguna bebida caliente para poder sobre llevar el frió.
Comencé a hacer chocolate caliente cuando me ayudo con las tazas.
—¿Conoces donde queda el World Trade Center? —Pregunto mientras cerraba el estante de las tazas.
—Claro ¿Quien no? —Reí y el me siguió.
—Pues trabajo ahí en una oficina y me dijiste que tu también vives en Nueva York bueno, en ese sector como yo y me estaba preguntando si querías salir conmigo algún día, salgo algo temprano del trabajo...
—Suena genial Christian —El me sonrió y se la devolví, lave lo que ensucie y nos fuimos a la sala donde se suponía que estaban nuestros padres pero escuche la risa de mi padre en la sala de juegos en donde estaba su amada mesa de pool– Creo que están jugando ¿Quieres ir?
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El Peor Momento para Enamorarse.
RomanceLa tragedia me azoto de la peor manera posible, creí que mi vida terminaría ese día cuando fue ese ataque y sus manos me salvaron de morir, esos ojos hicieron latir mi corazón que buscaba poder amar a alguien de verdad y jamas creí que seria el y d...