Capitulo 4: Profundos secretos y anhelos.
Habia pasado una semana desde el nefasto dia, aun no encontraban el cuerpo de Christian y cada dia que pasaba era angustiante, no podía imaginar lo que sentia su padre y su madre en todo este tiempo.
Era sabado en la mañana y como era de rutina estaba doblando la ropa limpia que tenia en el canasto cuando sono mi timbre, deje todo a un costado para abrir la puerta cuando una linda rosa blanca apareció frente a mis ojos y esos dulces ojos cafés me miraban detras de esta. Lo mire con una sonrisa y pude ver que estaba vestido normal, acepte la flor antes de besar su mejilla.
—Es preciosa, gracias —Dije mientras lo dejaba pasar– Crei que tenias turno hoy.
—Era de noche, sali hace una hora y quise verte ¿Estabas ocupada?
—No, solo doblaba la ropa Travis ¿Quieres algo de comer? —Deje la rosa en un pequeño florero en la cocina, el me siguio hasta que senti sus manos por mi cintura abrazandome por detras.
—¿Que tal un beso de saludo? —Sonrei contenta antes de girarme y besar esos labios que me volvieron adicta a besarlos esta semana– Me gusta este saludo.
—Y a mi. Deberias descansar, no haz dormido mucho —Servi un poco de café para el pero no lo quiso.
—No estoy cansado —Podia sentir su respiración en mi cuello cuando comenzo a morderlo y a besarme.
Mi corazón se aceleró y nuestras bocas se unieron con rapidez cuando me sento sobre la encimera.
Sus manos tocaban mi cuerpo y el deseo me cubrio, como pude quite su camiseta revelando aquel cuerpo fuerte que ponia mis pelos de punta.
Las prendas comenzaron a desaparecer a medida que avanzábamos hacia mi cuarto y caiamos a la cama, nos conocíamos un poco pero el deseo nos cegaba y era mejor asi, deseaba sentirlo, deseaba que me hicieran sentir mujer de nuevo.
Beso cada centímetro de mi cuerpo hasta hacerme retorcer de satisfacción cuando hundio aquello tan potente dentro de mi, otro universo se abrio a mis ojos y lo genial que se sentia hablaba por mi diciéndole lo primera que mi mente pensaba.Abri mis ojos mirando su rostro frente al mio, descansando, no podia evitar no observar cada centimetro de piel de su cuerpo hasta que vi una cicatriz en un costado de su pecho, una quemadura de hace ya varios años ¿Como habia logrado hacerse semejante cosa?
-Fue cuando 17 años -Su voz me asusto, el estaba viendome desde no se cuanto tiempo, acerco mi mano para que tocara su herida, debio dolerle mucho cuando sucedio.
-¿Que te sucedio? -Murmure, su mano acariciaba suavemente un lado de mi mejilla con un gesto de pena en su rostro- Travis no quiero incomodarte...
-Te enterarias de todas formas, tarde o temprano sabrias que yo no tengo familia. La perdi hace ya varios años. Mi madre me dejo a mi y mi familia cuando yo tenia 14 años, Amelia tenia 3 años mi hermanita, luego de eso mi padre cayo profundo en el alcohol y comenzo a ser agresivo con nosotros, me golpeaba hasta dejarme casi inconciente, no me importaba con tal de que Amelia no le ocurriera nada. Pasaron los años y mi padre era cada vez peor, yo me hice cargo de mi hermana y de que no le faltara nada, cuidaba de ella y me esforzaba para poder obtener la beca para la Universidad, mi padre me golpeaba por cualquier cosa hasta que un dia la golpeo.
-Travis no... no tienes que hablar si no quieres -Dije preocupada ¿Como era tan amable y optimista luego de la vida de mierda que tuvo?
-Quiero que lo sepas -Beso mis labios antes de seguir- La encontre con su mejilla morada cuando llegue de la escuela, confronte a mi padre golpeandolo, el imbecil se fue de casa esa noche y crei que ahi habia sido todo. Pasaron unos dias luego de eso y tenia que comprar algo para la cena y fui tan estupido que deje a Amelia sola en casa por unos diez minutos, la tienda estaba a dos calles, crei que estaria a salvo en casa -Vi una lagrima caer por su mejilla, esto era horrible- Pero no fue asi, al regresar vi mi casa en llamas, corri protegiendome de las llamas y comence a buscarla pero no la encontraba hasta que la vi en el suelo, el humo la habia ahogado, cuando llegaron los bomberos y las ambulancias era demasiado tarde, el humo toxico del incendio la habia asfixiado. Ese dia perdi a mi hermana y a mi padre, lo encontraron detras de la casa con un tiro bajo la mandivula.
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El Peor Momento para Enamorarse.
RomanceLa tragedia me azoto de la peor manera posible, creí que mi vida terminaría ese día cuando fue ese ataque y sus manos me salvaron de morir, esos ojos hicieron latir mi corazón que buscaba poder amar a alguien de verdad y jamas creí que seria el y d...