I'm meaner that my demons...

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La única respuesta que obtuve de Lucifer, fue una sonrisa por lo bajo, y dos palabras:

"Eres débil"

Y simplemente volvió por sus propios pasos en su camino de magia, mientras, lenta y gradualmente, su ropa y pelo perdían brillo y se volvía todo gris. Algo me trasmitía que todo cambiaría, que el tiempo estaba por acabarse.

Traté de correr tras el, pero solo logre caer en el infinito. Pensé que quedaría así por horas, en la psicodelia, el en limbo mismo, y eso paso. Comencé, luego de unos minutos, a ver cosas extrañas, la silla de mi cuarto, mis posters, mi computador, todo cayendo, comenzó a sonar música, canciones de mis bandas favoritas, pero... sonaban con un aire de tristeza, como si los cantantes estuviesen cantando al borde del llanto, algo en mi se apagó, y me dormí.

Cuando recuperé la conciencia estaba nuevamente en el inframundo, pero esta vez podía verse a simple vista, comencé a caminar en el vacío gris que este conllevaba. Al poco caminar encontré la silla, completamente destartalada y quemada. Camine un poco mas. Encontré los posters, papeles arrugados y achicharrados. Un poco mas. Logre escuchar las canciones, pero reproducidas en reversa. Pero no me concentre mucho en ellas, ya que noté algo se había atorado en mi pie, parecían plaquetas y chapas, y en segundos noté, que eran fragmentos de mi computadora. Entendía lo que el entorno quería trasmitirme. Me undí, y me lleve cada recuerdo que había en el mundo de mi... Era devastador en si.

 Luego de mucho caminar, escuche unas risotadas a lo lejos, y vi unas figuras blancas y una grisácea y negra entre las mismas. Al acercarme un poco, mis ojos enfocaron, y eran los idiotas y arrogantes ángeles torturando a Lucifer. El ya mencionado estaba colgado cabeza abajo, y un ángel lo sostenía de un pie, mientras todos los demás le pateaban la cara, me acerque corriendo, La furia en mi crecía de par en par.

-¡Paren, Idiotas! Q- Me callé en seco al sentir como si me chocara con una pared invisible, lo dejaron caer al piso, para luego levantarlo lentamente del cuello. Sentía que algo en mi estaba por quebrarse, que una bomba de euforia explotaría en instantes.

- L-leth n-no t-te acerques... - Murmuro dolido Lucifer mientras lo sostenían de la cadena de la cruz -.

En ese momento, el cabecilla de los ángeles me miró con malicia en sus ojos blancos, huecos, Ese "algo" en mi se hacia tan fuerte que me llagaba a doler el pecho y mis dientes chirriaban de la presión que ejercía mi mandíbula sobre ellos, al apretarla estresada. El ángel saco una espada, si, esa misma, con la que, tiempo atrás, había cortado los cabellos de Lucifer, y, soltando risotadas, como un asesino, como un delincuente, como una amorfidad sin alma, se la clavo en el pecho, atravesándolo a sangre fría, haciendo al, ahora pelinegro, escupir un chorro de sangre. Escuche un "crack" dentro mio

Lucifer gritó, los ángeles rieron, yo grité, la lluvia se desató, y rompí la barrera.

{Who is in control?}

DÉJENLO EN PAZ!- Mis ojos se iluminaron de verde, mi moral se quebró, la bomba exploto, ya nada me detendría. Rápidamente aparecí tras los ángeles, quite la espada de uno y, sin piedad alguna, corte la cabeza de el líder. Quería asesinarlos, que sangraran, que sufrieran, que les doliera. Lucifer me miraba sonriendo sádicamente, algo en el estaba aterrado, y el resto se su ser, lo disfrutaba notablemente. Tire el cuerpo decapitado al piso, ya que aun se lograba mover un poco y comencé a acuchillarlo, pero, fue algo extraño, pues movía mi mano como amagando a pegarle al deformado cadáver, y pequeños rayos verdes salían de la misma, haciendo saltar sangre azul. El ángel dejo de moverse. Mire a los demás, mis ojos se iluminaron un tanto mas fuerte, y ellos salieron volando, aterrados. Lucifer seguía con la espada clavada, obviamente, no podía morir, así que no le había hecho nada, mas que un dolor infinito.

- Leth... -  Dijo con preocupación segundos antes de soltar un quejido mientras retiraba la espada de su pecho - Leth! T-tus ojos!! - Señaló aterrado -.

Sentí algo caliente recorrer mis mejillas, pase mi mano por las mismas, y una mezcla de algo que parecía plástico derretido verde y yeso se esparció por mis dedos, mi vista se perdía, y mis ojosdolían , con lo que pude notar, que eran los mismos, luego de tanto esfuerzo, derritiéndose. Rompí a llorar.

- LUCIFER! AYÚDAME! N-NO VEO NADA! - Gritaba agitando mis manos, buscándolo en el espacio

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- LUCIFER! AYÚDAME! N-NO VEO NADA! - Gritaba agitando mis manos, buscándolo en el espacio.


- T-tranquila - Me abrazó, también el lloraba. - N-no te preocupes... todo estará bien... solo... no llores.

Lo mire, mejor dicho, apunté mi cara hacia el, porque, mirada... yo ya no contaba con ella.

- H-hay algo... - Dijo luego de unos segundos - Hay algo que puedo hacer...

- Has lo que sea... no me importa  que, necesito verte de nuevo... - Respondí yo, tratando de no llorar.

Todo se ilumino de rojo, o eso debió pasar, pues no veía nada, solo sentía un poco de calor.

En pocos segundos, mi cuenca derecha comenzó a calentarse, vi una luz celeste, y luego, mi visión volvió a la vida, solo para ver, un lloroso Lucifer gris, con sangre en sus labios, pecho, y ahora vacía, cuenca derecha. 

Mientras tanto, en la superficie, Jay era feliz, pero todo eso cambiaría, porque, todos los contratos, toda la suerte, todo lo bueno, lo había firmado alguien, y ese alguien ya no existe, por lo cual, todo se desvanecería, a menos que otro alguien lo solucione.

UranoFobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora