When Leth meet's the hell

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Eran las 3:00 A.M. Estaba con insomnio ya que era verano, y nunca puedo dormir en esa estación, hace demasiado calor. Hacían 5 días que no dormía, y todo lo veía borroso. Estaba en mi habitación sola, con la luz de mi velador, ya que el foco de el cuarto estaba roto. Trataba de escribir un poema para... ¿para quien? no tenia amigos, siempre estaba sola, escuchando música y escribiendo poemas y canciones. Siempre como si se las dedicara a alguien, lo cual nunca hacia, ya que, después de todo, todos me llamaban rara y se reían de mi por cosas sin sentido alguno, eran idiotas pero no  estaban solos y era algo que yo no tenia. Esa noche ya estaba a mi limite de cansancio, sufría alucinaciones y mi cabeza dolía. Mis ojos se cerraban, pero solo para escuchar ruidos con eco en mi mente y precipitarme aterrada otra vez. Era increíblemente miedosa.

Ese día había tenido una discusión con mis familiares, por lo que me sentía mas sola que nunca, quería irme, lejos, con alguien, alguien que me quisiera, que quisiera estar con migo, que quisiera libertad, que quisiera amor, y que me necesite, que me demuestre que realmente tengo una razón de vida aquí, en este pueblo. 

En el momento en que decidí ignorar todo y cerrar los ojos, sentí como si mi silla desapareciera, y cayera,  pero mas allá del piso alfombrado de mi cuarto, como si cayera a un abismo ¿Nunca sentiste al estar en una cama, muy cansado, que todo gira alrededor? Bueno, eso se sentía, pero increíblemente real.

Se sentía infinito como si estuviera mas allá del espacio, donde no hay tierra firme. ¿Por que me sentía tan segura? Era raro, pero me gustaba de una manera extraña, "sabiendo" que era una alucinación. Empece a imaginar que volaba, allí sentada, en la nada misma, alucinando todo aquello me dormí.

 Empece a imaginar que volaba, allí sentada, en la nada misma, alucinando todo aquello me dormí

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Cuando desperté estaba en un lugar caluroso, mas de lo que estaba mi cuarto en aquel día de enero. Todo parecía una ciudad en ruinas, ¿realmente habría caído a algún lugar? ¿o seria un sueño estúpido? Confié en la segunda opción, y comencé a caminar. De los autos, explotados, salia humo, de los edificios y casas, caían pedazos de concreto carbonizados... todo parecía una escena de una película apocalíptica, era genial "tener un sueño así".

- Niña - Escuche una voz de hombre joven - Te lo pido por favor ven antes de que se apague mi corazón - Decía.

voltee a ver de donde procedía esa voz, imagine que seria de alguien agonizando en todo el caos. Pero al voltearme, vi un hombre extraño, no tendría mas de 20 años, tenia una piel pálida y cabellos rojos, y,  resaltando en su bello rostro unos ojos turquesas. Lloraba, aunque la expresión en su cara solo era de el dolor que parecían causarle sus lagrimas, las cuales ebullian al tocar su piel, como si quemara de una manera inexplicable. 

-¿Tan alto era tu mundo? - Dijo con una expresión de nostalgia. No entendía nada.- Yo que me había esforzado en crearlo con rapidez, caíste de tan alto y destruiste todo como vez.

- ¿Que? - dije desconcertada - Caer? Crear?... Que?

- Yo, Leth, pequeña, cree este mundo parecido a tu naturaleza, aquí puedes vivir tranquila sin preocupaciones  ni absoluta tristeza. - Me sorprendí al que sepa mi nombre, pero como estaba soñando, supuse que seria normal.

- ¿Y que es eso que cae de tus ojos? ¿por que lloras si nadie puede estar triste aquí?

- Al caer, estabas dormida, pero yo pensé que habías muerto, me ataco el enojo y el desconcierto ¡Tanto  esfuerzo! solo quería recibir de buena manera a quien quiero, quien pensaba que el mundo me había quitado, mi enojo derrumbo todo, y nuestro mundo a quedado bajo llamas desolado.

<<¿Nuestro mundo?>> Pense emocionada, nunca nadie me había querido, mucho menos esperado y me sentía feliz, de que un chico, muy apuesto, me estuviese esperando, y haya creado todo un mundo para mi. Comenze a olvidar que todo era un sueño, pero sin dejar de sentirme segura.

- ¿Como es que creaste todo esto para mi?-  Pregunte sin que mi felicidad se mostrara demasiado.

- El calor es algo que siento, pero mi corazón es frió y desolado aunque restablecerme intento. Necesito amor, no te miento, para aliviar este dolor, y aclarar mis pensamientos.

- ¿Estoy conmovida, pero como es que esto paso? ¿tu mundo era feliz verdad?

- Las lagrimas corren, quemando mi cálida piel, todo se a decolorado, se desvaneció todo lo bueno que eh logrado, ya no puedo hacerte feliz, ya no encuentro razón para vivir. La muerte para mi es algo imposible, pero la agonía eterna es mucho peor, todo esparcido con combustible, inexistente e irreal.

Mis ojos se humedecieron, se podía sentir el dolor en sus palabras, su falta de amor era, evidentemente, mucho peor que la mía, el estaba aquí, probablemente solo, buscando la manera de querer a alguien y que ese alguien sienta lo mismo hacia el.

- Cual es tu nombre?

- El nombre con el que quieras llamarme puede ser, pero por ser clásicos, dime Lucifer.

Abrí mis ojos con sorpresa, el mismo demonio era quien me hablaba. No podía creerlo, yo había imaginado a Satanás como una cabra fea y mal formada, no como un joven guapo y estilizado. Quizá solo era una trampa, una de las "tentaciones" de las que la biblia hablaba. Yo siempre me había considerado cristiana, pero no importaba, yo le creía, por alguna razón le creía, no me importaba si era real, si era un engaño, había un ser solo, mas que yo, buscando amor de alguien, y ahí estaba yo sola, buscando alguien que quiera mi amor sin despreciarme por mis actitudes infantiles, mi pereza, mis errores. Note todo esto quedándome en una especie de shock.  Me quede callada. El sonrió, aunque sus lagrimas seguían cayendo y quemando su rostro.

- Mierda olvide todo esto de la presentación por un segundo, mil disculpas de la apariencia falsa de un fauno moribundo, mis cálidas bienvenidas, disfruta tu estadía, esto es el inframundo.

UranoFobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora