Enrique VIII

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Sería una ofensa para con mis lectores si no imaginase que están tan bien enterados como yo del reinado de este rey. Por eso les voy a ahorrar la tarea de leer de nuevo lo que ya han leído antes, y a mí misma la molestia de escribir lo que no recuerdo a la perfección, dando tan sólo una somera descripción de los acontecimientos principales que marcaron su reinado. Entre ellos deben figurar el del cardenal Wosley diciéndole al padre abad de la abadía de Leicester que "había venido para reposar sus huesos entre ellos" o la reforma religiosa y el paseo del rey a caballo por las calles de Londres con Ana Bolena. Sin embargo es justo y es mi deber declarar que esta amable mujer fue completamente inocente de los crímenes de los que fue acusada, de lo cual su belleza, elegancia y energía son pruebas suficientes, sin mencionar sus solemnes declaraciones de inocencia, la debilidad de los cargos que se le imputaban, y el carácter del rey; todo lo cual añade un punto más de confirmación, aunque quizá sea poco en comparación con aquéllos antes alegados a su favor.

Aunque no soy partidaria de citar muchas fechas, creo que es apropiado dar algunas y, por supuesto, elegiré aquellas que resulten más importantes que el lector conozca; creo que es bueno informarle de que la carta de ella al rey lleva fecha de 6 de mayo. Los crímenes y crueldades de este príncipe son demasiado numerosos para ser mencionados (como confío que esta Historia ha mostrado claramente), y nada se puede decir en su favor, salvo que el hecho de abolir los monasterios y dejarlos al capricho de la ruinosa depredación del tiempo le ha sido infinitamente útil al paisaje de Inglaterra en general, lo que probablemente fue su principal motivo para hacerlo, puesto que, de otro modo, ¿por qué un hombre que ni siquiera es religioso habría de tomarse tantas molestias para abolir algo que llevaba tanto tiempo asentado en el reino? La quinta esposa de su Majestad fue la sobrina del duque de Norfolk, quien, aunque universalmente absuelta de los crímenes por los que fue decapitada, mucha gente cree que dejó una mala vida antes de casarse; sin embargo, yo tengo muchas dudas al respecto, ya que era pariente de ese noble duque de Norfolk que tan ardiente fue en la lucha por la causa de la reina de Escocia, y que a la postre fue víctima de ella.

La única esposa del rey logró sobrevivirle, pero lo llevó a cabo con dificultad. Su único hijo, Eduardo, le sucedió.

Jane Austen - La historia de InglaterraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora