Capítulo 25.

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- ¿Cáncer? – Dijo con un hilo de voz Will.

- Es lo más probable... - Susurró Camila.

El alto moreno se pasó una mano por el cabello mirando de forma preocupada a la pediatra la cual aquel día había ido a dejar los papeles a su jefa, la Dra. Morgan, para tomar la licencia médica que pronto necesitaría para hacerse la biopsia y esperar los resultados.

- Ahora entiendo por qué no me respondías ninguna de mis llamadas... - Apuntó el pediatra.

- Ya, disculpa...

- Tranquila, lo entiendo...

Ambos se quedaron en silencio y Will rápidamente rodeó los hombros de Camila con uno de sus brazos haciendo automáticamente que la morena se apoyara contra el fuerte cuerpo del moreno.

- ¿Entonces nos volveremos a quedar sin la Dra. Cabello por un tiempo?

- Espero que sólo sea por un tiempo... - Dijo Camila intentando no llorar.

- Oh, perdóname... No quise decirlo así...

- Ni siquiera sé dónde tengo la cabeza en estos momentos.

Will se mordió los labios para luego dejarle una rápida caricia en los hombros a su amiga.

- Encima tengo que hacer un montón de papeleo administrativo para ver lo de mi seguro y no perder todo mi dinero en gastos médicos...

- Ey, si tú necesitas, ya sabes, dinero, lo que sea, puedes contar conmigo...

- Lo sé, pero estoy segura que el seguro debería cubrir gran parte de todo esto. – Hizo una mueca.

El pediatra afirmó en silencio detallando el cansado y preocupado rostro de Camila, sólo con aquellos sentimientos invadiendo su rostro la morena parecía haber perdido algunos años de juventud y vitalidad. Un miedo casi lancinante le atacó imaginando a su amiga necesitando una cirugía tan impactante como una mastectomía y después una posible radioterapia.

- No estarás sola en esto, ¿Vale? – Apuntó Will mirando directamente a los ojos marrones de la más baja.

- Yo...

- Vamos a cuidarte muy bien. – Le sonrió levemente.

Se fundieron en un abrazo el cual Camila agradeció para esconder las amargas lágrimas que rodaron escapando por sus ojos. Aún parecía ser una pesadilla, todo había pasado tan rápido que ella misma se sentía ajena a la historia que estaba viviendo en su propio presente.

- Déjame invitarte un cappucino. – Murmuró el moreno.

...

- Tendremos que hacer una zetoplastía. – Opinó Lauren mientras ambos fijaban sus ojos en el campo quirúrgico.

- Con la edad que tiene me parece la mejor opción. – Afirmó el pelirrojo.

La ojiverde detalló la quemadura antigua que estaba en el cuello del paciente de casi 12 años, el tejido grueso y disparejo quedaba como marca de un antiguo accidente que había sufrido el niño el cual ahora buscaba recomenzar su vida gracias a la cirugía que había esperado por años.

- Bisturí hoja 10. – Pidió Lauren.

A medida que los minutos fueron avanzando, y con ellos los pasos metódicos de la intervención, Nathan se mantuvo en silencio siguiendo todas las acciones de su mejor amiga la cual aquel día estaba especialmente callada y con el cansancio dejando huella en su rostro. El pelirrojo le conocía tan bien que podía adivinar que Lauren se había pasado toda la noche sin poder dormir.

Mi mejor medicina. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora