En los últimos dos años su carrera se había envuelto en gloria y eso no podía hacer más feliz a Javier Fernández. Tenía en mente la próxima final que se realizaría en diciembre y de que era uno de los principales pilares del espectáculo "Revolution On Ice" no podía darse el lujo de descansar. Mucho menos de subestimar a cualquiera de los dos eventos.
Estaba tan obsesionado con su entrenamiento y preparación que había levantado cierta preocupación entre su familia y hasta de su novia, que a pesar que se encontraba trabajando en su propia carrera intentaba cuidarlo. Sin embargo, Javier necesitaba controlar hasta el más mínimo detalle que llegaba a ignorar ciertos detalles que últimamente lo tenían alejado de su pareja.
Desde hace más de un mes estaba residiendo solo en un departamento en la capital de España, pero su entrenador, Brian Orser, le había indicado que deseaba verlo antes de la final del Grand Prix. Había reforzado algunas fallas que había tenido en su rutina libre en la etapa de eliminación y deseaba el ojo más crítico para terminarlo de pulir. Por lo que sin dudar había viajado a Canadá.
Había llegado demasiado temprano, se había instalado en su habitación que lo esperaba en cada ocasión que visitaba el país y luego de un breve desayuno había tomado su bolso para dirigirse a la pista de entrenamiento. Era cierto que su cita con Orser era al día siguiente recién, pero no podía contener el entusiasmo que recorría sus venas.
Tomó unos patines viejos que tenía guardado en su casillero de siempre y caminó por uno de los largos pasillos del recinto. Algunas personas lo reconocieron y lo saludaban entusiasmadas, haciendo que Javier sonriera correspondiendo los amables gestos.
-¿Javi?-
Su nombre fue pronunciado en un suave inglés capturando por completo su atención. A unos cuantos metros de él, su compañero, Nam Nguyen, lo miraba con una sonrisa amplia.
-¡¿Nam?! ¡Me alegra tanto verte!-
El pequeño patinador canadiense se acercó a él de inmediato. Ambos se envolvieron en un rápido abrazo que mostraba el entusiasmo por dicho reencuentro.
-El gusto es todo mío, Javi. No sabía que te tocaba venir.- comentó con total entusiasmo.
-En realidad no me correspondía hoy. Pero ya sabes que si estoy en aquí se me hace imposible estar mucho tiempo lejos de esta pista.-
-Te comprendo por completo, hermano.- Nam palmeó uno de los hombros del madrileño sonriendo.
-Sé que todos siempre nos sentimos así al venir.- bromeó un poco Javier con aquella característica sonrisa. Teniéndolo así de cerca el mayor pudo notar que el otro llevaba puesto sus patines con los protectores en las cuchillas, al igual que su cabello estaba ligeramente desordenado. -¿Brian te estaba monitoreando?-
Consultó al notarlo ligeramente cansado, pero contra su pronóstico el patinador más joven negó con su cabeza, soltando una carcajada más amena.
-Hoy tuve entrenamiento de rutina. Tu amigo acaparó la atención de Brian por completo.- no pretendía quejarse y eso se notó al decir aquellas palabras con un tono jovial. Cruzándose de brazos y haciendo una mueca con sus labios, como su fuera un berrinche.
Pero a Javier aquella mención lo tomó desprevenido.
-¿Mi amigo? ¿Te refieres a...?-
Nam lo miró desconcertado por unos segundos, sorprendido ante el desconocimiento del renombrado campeón mundial.
-Yuzu está con Brian en estos momentos, ¿No sabías estaba aquí?-
-No...- se escapó de sus labios antes de que pudiera ser consciente de ello, emitiendo un leve sonido de desaprobación. –El maldito dejó de contestarme hace dos días los mensajes. Pensé que como la semana que viene le toca competir estaría obsesionado con su entrenamiento.-

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History Maker
RomanceJavier Fernández tenía muchas cosas en las cuales pensar, las competencias y exposiciones de fin de año lo tenían constantemente ocupado. Pero cuando se encontró con su amigo, Yuzuru Hanyu, el recuerdo de aquel anime de patinaje que había visto le v...