[21/09/2016] concierto de 5sos.

115 15 3
                                    

¿Recuerdas nuestra llamada el día del concierto? Me ahogo.

Aún no supero que hayas escuchado cómo discutía con mi hermana y madre por no querer rizar mis pestañas. Esa mierda me da miedo, déjame.

En un momento se cortó la llamada y no me di cuenta por lo metida que estaba en la pelea, así que te contaré que pasó.

Al final yo gané, pero tuve que pasar por un ataque de nervios para hacerlo, literalmente. Después de negarme definitivamente, mi madre se enfadó y dijo que no me llevaría al concierto. Yo me puse a llorar y arruiné el maquillaje que ya traía, entonces mi hermana también se enojó y dijo que no me volvería a pintar. Al verme llorar a mares, mi mamá se rindió y le pidió a Daniela que me pintara de nuevo para ya irnos, pero mi queridísima hermana se negó rotundamente. Ellas empezaron a gritarse mientras yo seguía llorando. Quedó en que Daniela me pintó mirándome mal, pero mi madre seguía molesta con ambas, así que no sé por qué volvió a gritarme y a mí me dio un ataque de nervios y volví a llorar, arruinando otra vez el maquillaje. Daniela se apiadó de mí y me trató bien para que dejara de llorar, pero la señora Gina se enojó más y se confundió por mi actitud. Luego de que paré de llorar, comenzó a pintarme por tercera vez, pero mi madre no se callaba y eso me estaba alterando demasiado y se lo dije a Daniela, ella le pidió que se callara pero empezaron a discutir y en el momento en que Daniela le gritó (estaba re sensible yo), rompí en llanto otra vez (la puta madre).
Me acuerdo que las lágrimas se deslizaban por mis mejillas y Daniela hablándome como a un bebé para que no siguiera. Las limpió con papel y yo puse música para concentrarme en otra cosa, porque si no me distraía iba a empezar a llorar.
Fue muy patético porque cada vez que mi madre quería hablar, Daniela y yo la callábamos porque tan sólo escuchar su voz hacía que mis ojos se cristalizaran y eso era lo que menos necesitábamos. Yo estaba vuelta un manojo de ansiedad y nervios porque me parecía que llegaría muy tarde.

Fue un total desastre, con eso podría resumirlo. Pero gracias a dios pude soportar las ganas de llorar e hicimos todo lo que debíamos para salir de la casa y tomar un taxi hacia el auditorio.

No sé qué mierda me ocurría ese día, supongo que el saber que dentro de horas tendría frente a mí a cuatro de los amores de mi vida me tenía inestable. Ya al llegar al auditorio sólo podía gritar que en ese lugar estaban mis hijos, no dejaba de ver la hora y decir cuántos minutos faltaban para verlos. Sin dudas volvería a pasar por todo ese ataque de nervios para tenerlos nuevamente a tres metros.

PD: MIRA LA FOTO, ASÍ LO TUVE. LA PUTA MADRE.

De cómo un pequeño monstruo me hizo tan feliz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora